El terror
en el cine mexicano
México tiene una larga historia en la producción de películas de terror, desde el estreno de La llorona en 1933, dirigida por Ramón Peón (1887- 1991), y no hay década en la que no se hayan estrenado películas del género. Algunas se han convertido en cintas de culto, otras han destacado por la calidad de sus guiones, las atmósferas creadas y la opinión favorable de la crítica.
Una de las películas que destacan por ser representativa del terror gótico mexicano y ser uno de los clásicos del cine nacional, es El fantasma del convento, del director Fernando de Fuentes (1894-1958). El filme fue estrenado en 1934. Esta cinta se caracteriza por el manejo de luces y sombras, que dan un aire tétrico a las escenas. En la historia, dos hombres y una mujer se refugian en un convento durante la noche, después de que un misterioso hombre les indique que ahí pueden resguardarse, ya que están perdidos. En ese lugar los tres tendrán una aventura sobrenatural.
Otras cintas representativas del cine de terror gótico y que son consideradas de culto son Hasta el viento tiene miedo (1968), El libro de piedra (1969); Más negro que la noche (1975) y Veneno para las Hadas (1984) del director Carlos Taboada (1929-1977), conocido como el Duque del Terror Mexicano y considerado por algunos críticos como el mejor director y guionista de cine nacional en este género.