México y los Acuerdos de París

Mientras autoridades de todo el mundo llaman a la resiliencia y a tomar medidas ante los inevitables impactos del cambio climático, México parece se va por el lado contrario, apostando a megaproyectos de energías fósiles

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México es uno de los países que va a contrapelo de los Acuerdos de París y que lejos de emprender acciones para frenar la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global, está apostando por megaproyectos de energías fósiles, por lo que 2021 debería representar un cambio de directriz, señaló en entrevista Arturo Curiel Ballesteros, Investigador del Área de Salud Ambiental del Centro Universitario de Ciencias Biológico Agropecuarias (CUCBA).

De hecho, México aporta el diez por ciento de estos gases invernadero, además de que está destruyendo sus suelos, que son un factor de absorción de carbono. México, con 477 megatoneladas y Brasil con 457, son las naciones latinoamericanas incluidas en la lista de los quince países que más dióxido de carbono emitieron en los últimos 20 años.

A partir de la Revolución Industrial, se adicionaron más gases de efecto invernadero, entre ellos el CO2 que acelera el calentamiento global. Por ello los países firmaron los acuerdos de París, que son compromisos de reducción de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera para evitar anomalía climática.

Grosso modo, la meta es no llegar a dos grados de incremento en temperatura global y no superar 1.5 grados centígrados en global.

«Sin embargo, los datos no son alentadores, no se cumple con este ideal, hemos tenido tres años en que se superó el incremento de 1.5 grados y eso es indicador que no se cumple cabalmente el objetivo ideal», explicó Curiel Ballesteros.

El investigador añadió: «El gran problema de México es el de todos los países petroleros, donde el sustento es de energía fósil y no se cambia a una velocidad para alcanzar estos objetivos. Y en México actualmente vemos que se impulsan proyectos, como un tren que funciona con combustibles fósiles, nuevas termoeléctricas en Jalisco, entre otros».

«Los acuerdos de París no han sido suficientes para que se tomen decisiones reduzcan emisiones».

Señaló que además del crecimiento del parque vehicular en el país, están las emisiones derivadas de incendios forestales.

«En términos de indicadores, a diferencia de otros países como Alemania o Japón, que van en debido cumplimiento, México no. Acá pareciera que vamos al sentido contrario, consumiendo mas energías fósiles y emitiendo carbono a la atmósfera y consumiendo bosques. Desperdiciamos una fuente importante de captura de carbono, que son los suelos, como reductores de invernadero. Ni reducimos emisiones ni aumentamos secuestradores de carbono como son los suelos y humedales que serían suficientes para la contribución mundial a reducir».

Señaló que México debe dejar de emprender estas acciones que van en sentido contrario a los Acuerdos de París, pues no existe congruencia en los compromisos y lo que se ve en las estadísticas.

Señaló que con el arranque de la presidencia de Joe Biden, el regreso de Estados Unidos de América a los acuerdos de París genera un impacto en el ánimo de retomar los acuerdos y, sobre todo, que en la relación bilateral con México pudiera haber un efecto positivo.

Estados Unidos cuenta con importante desarrollo de energías alternativas, como por ejemplo parques eólicos o solares en California y en los acuerdos bilaterales con México es importante la comercialización de energías con EUA y el papel que juegan las áreas naturales como reductores de carbono, concluyó.

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El 12 diciembre de 2015, en la COP21 de París, las Partes de la CMNUCC alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. El Acuerdo de París se basa en la Convención y, por primera vez, hace que todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos, con un mayor apoyo para ayudar a los países en desarrollo a hacerlo. Como tal, traza un nuevo rumbo en el esfuerzo climático mundial.

Líderes de todo el mundo participaron en una conferencia mundial en línea, los días 25 y 26 de enero, para crear resiliencia ante los inevitables impactos del cambio climático, entre ellos, las condiciones meteorológicas extremas, los incendios forestales y las inundaciones que se han hecho más frecuentes con el aumento de las temperaturas en todo el mundo

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