Diego Juan Bosco Gutiérrez Baeza, estudiante de la Licenciatura en Arquitectura del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), fue reconocido en las categorías de Mejor Proyecto de Solución Integral (individual) y Mejor Proyecto Urbano Ambiental Integral (en equipo) en la edición 33 del Encuentro Nacional de Estudiantes de Arquitectura (ENEA), celebrado en abril pasado.
Él opina que este tipo de encuentros hace que los estudiantes pongan a prueba sus lecciones aprendidas, tanto en su universidad como lo que han podido adquirir de manera autodidacta.
¿Por qué consideras que fuiste reconocido?
En el reconocimiento grupal fue un proyecto enfocado en el sistema de barrancas de Cuernavaca, en el equipo que yo estuve todos estuvieron de acuerdo en que aplicaramos la metodología que yo tenía y es la metodología que nos han enseñado en diseño urbano aquí en el CUAAD. En el proyecto individual el objetivo era hacer una propuesta que fuera realista, para eso yo me basé en las normativas mexicanas para hacer edificios públicos. Fue reconocido porque tenía potencial de cohesión social (…) porque me basé en normas oficiales para llevarlo a cabo y porque tenía un mínimo impacto ambiental en la zona.
¿En qué consiste la metodología que aplicaron?
Consiste en primero delimitar el área de estudio, encontrar las problemáticas, delimitar el área de aplicación y solucionar el problema de las descargas de drenaje que se arrojan a la barranca; después en sanear el agua y reequilibrar el sistema ecológico de la zona. Generamos una serie de proyectos puntuales como: facilitar el acceso, convertirlo en algo atractivo, aumentar la seguridad, tomamos de referencia a Guadalajara con los puntos púrpura de seguridad para las mujeres. Así fue cómo se logró la integración de la barranca como un elemento turístico y urbano.
¿Cómo fue tu experiencia en ENEA?
Es una de las experiencias que más me han marcado en mi vida. El objetivo del encuentro fue muy interesante, el trabajar a contrarreloj y lo que nos pedía con contextos a los que no tenemos contacto, al ser otro estado, eran otras problemáticas. Lo que más me marcó fue la convivencia con los demás por todo ese enriquecimiento. Si bien había un concurso y se nos darían reconocimientos, se centró mucho en el encuentro de los estudiantes con otras universidades del país. Todos tenían tendencias arquitectónicas y metodologías de trabajo diferentes. No fue un ambiente de competencia, al final todos compartimos nuestras ideas y nos ayudamos todos un poco y colaboramos.
¿Tenías experiencia en concursos como ENEA?
Yo he participado en concursos por mi propia cuenta, pero eran concursos individuales. Esta es la primera vez que participo en un concurso con estas características, con un carácter más académico y con tan poco tiempo para desarrollar los proyectos.
En este certamen destacó la participación del también estudiante del CUAAD, Jaime Muñoz Sánchez, quien fue uno de los diez finalistas en este encuentro que reunió a más de 60 participantes de universidades mexicanas.
Texto: César Curiel /Difusión CUAAD