Coraje. La película la pienso como una ficción, aunque tiene la particularidad de que está basada e inspirada en mi mamá y mi hermano, y que ellos se interpretan a sí mismos. Ahí es donde justo está esta barrera entre la ficción y la no ficción. Tomé mucho de estas verdades o situaciones que había visto de su vida, y a partir de eso escribí un guión junto con César Tejeda, lo hicimos como una analogía de situaciones que ya habían sucedido y dramatizarlas para que funcionaran en una película de ficción. Familia. Hubo todo el tiempo muchísima confianza, lo platicamos mucho en todos los procesos y desde antes de escribir el guión, y cuando llegamos al rodaje todo fluyó bastante bien, hubo mucha confianza y profesionalismo. Con la trayectoria que tiene mi mamá, mi hermano desde niño, ese profesionalismo se sintió desde el día uno. Aunque fuera que se pareciera muchísimo a ellos o tuviera cosas de ellos, lo que trabajamos fueron personajes y eso creo que ayudó mucho a marcar una distancia y tomarlo tal cual como una ficción. Ficción. Me encanta el documental, pero en realidad siempre me he sentido más cómodo en la ficción y más bien fue un poco al revés, con la película de Chavela fue la misma magia de ella la que me llevó a ese proyecto y a acabar acompañándola, pero mi proceso creativo está más cercano en la ficción, me siento más cómodo con el guion, me interesaba poder contar una historia que fuera cercana a mí emocionalmente, para poder escribirla, y también fue una de las razones por las que decidí hacer esta historia así.