Como resultado de la alianza entre la Universidad de Guadalajara y la Academia Mexicana de la Lengua (AML), se concretó la creación de la maestría en Lexicografía y Producción Editorial, un posgrado único en el país que busca formar a profesionales que innoven en la creación y diseño de diccionarios.
Para la creación de este posgrado colaboraron especialistas de la AML, quienes determinaron la viabilidad de contar con un programa que forme a especialistas en el diseño y elaboración de diccionarios, declaró el Rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la UdeG, doctor Francisco Javier González Madariaga.
Se prevé que esta maestría en Lexicografía y Producción Editorial inicie durante el segundo semestre de 2023 en el CUAAD, bajo una modalidad escolarizada y a distancia. Y estará dirigida a personas interesadas en aprender el lenguaje y producción de diccionarios con una visión interdisciplinaria, para que busquen desempeñarse en alguna de las etapas de producción de estos documentos, en su formato tradicional o digital.
“La creciente velocidad con la que se produce el conocimiento demanda el compartir de significados. En este sentido, este programa de posgrado posee como características principales la innovación y la interdisciplinariedad, la literacidad digital y el aprendizaje activo”, explicó González Madariaga.
En este programa convergerán campos del conocimiento como la lexicografía, la producción editorial en materia de diseño editorial y diseño gráfico, la literacidad y las tecnologías de la información y la comunicación.
Esta maestría es única entre los países hispanohablantes y se abre una oportunidad para dar atención al diseño y elaboración de diccionarios, un área en la que la AML ha persistido desde hace casi 150 años, detalló Gonzalo Celorio, Presidente de esa institución.
“A lo largo de los años hemos podido, y particularmente en las dos últimas décadas, ir configurando a un grupo de lexicógrafos de altísimo nivel, muchos de ellos estudiantes que empezaron prestando su servicio social en la academia, y que ahora constituyen una masa crítica muy importante que nos permitió acercarnos a la Universidad de Guadalajara”, enfatizó Celorio.
Una oportunidad para transmitir información
El Rector General de la UdeG, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, dijo que con la creación de maestrías como ésta, la universidad no sólo refrenda su compromiso con la educación, sino que también impulsa una agenda que se encuentra más allá de la lectura.
“Es evidente que la universidad ha sido una institución preocupada por ser más que un aula o un profesor; las universidades somos más que eso, y la Feria Internacional del Libro lo demuestra; hacemos un trabajo fuera de las aulas que sin duda va transformando a la ciudad, hemos sido clave para elevar el índice de lectores en la ciudad”, estimó.
Villanueva Lomelí mencionó que desde su experiencia ha podido comunicar mejores mensajes al emplear elementos escritos y visuales, por lo que consideró que estudiar y formar a profesionales en lexicografía abre las puertas para optimizar las formas de transmitir mensajes y educación a través de diccionarios y otros libros.
Diccionarios, a la espera de que profesionales se aventuren en el universo de los significados
Con sus miles de significados los diccionarios esconden un sinfín de conocimientos, y dan sentido a casi cualquier objeto que nos rodea. Son repositorios de sabiduría que desafían el orden de las cosas que conocemos. Aparentemente en el olvido, los diccionarios se mantienen a la espera de profesionales que se aventuren en el universo de los significados.
Estos misterios y maravillas de los diccionarios fueron abordados por especialistas de la Academia Mexicana de la Lengua (AML) en el panel “El mundo de los diccionarios”, organizado por el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) y la AML, en el que debatieron acerca de las características de estos libros y los significados que esconden más allá de sus páginas.
El Director de la academia, escritor Gonzalo Celorio, resaltó que los diccionarios son libros que requieren de tiempo para crearse, pero que ofrecen al lector un mundo sin inicio y sin fin para adentrarse en el significado de las palabras.
Mientras que la lingüística Concepción Company destacó que existen distintos tipos de diccionarios, pero que todos cuentan con características para ofrecer a los lectores un extenso mundo de conocimiento sobre las palabras y el uso con el que se emplean en distintas regiones donde se habla un mismo idioma.
“Historicidad, tradición, continuidad, campo y creatividad son conceptos claves en la elaboración de todo diccionario. Estos conceptos, como telón de fondo, ofrecen un marco conceptual general a una hoja de texto, le dan soporte y la organiza”, detalló.
Para Company, también filóloga, investigadora, académica y miembro de la AML, los diccionarios podrían considerarse como una fotografía estática del léxico y la semántica de una comunidad en cierto periodo de la historia, a pesar de que, paradójicamente, resguardar y documentar el significado de los conocimientos son acciones que están en constante cambio.
Recordó que los mexicanos son herederos de un idioma que ha ido enriqueciéndose con el tiempo, transformando el lenguaje para poder acercarnos y transmitir conocimientos a otras personas y otras generaciones.
“Todos los seres humanos hemos recibido la lengua que hablamos como herencia del pasado, que además de permitirnos la comunicación con nuestros semejantes, nos hace también repositorios de la cultura y del mundo de quienes lo utilizaron antes que nosotros”, sostuvo Company.
El editor Edgardo López Martínez destacó que, a pesar de que los diccionarios son contenedores de conocimiento, es necesario contar con más profesionales de la edición y el diseño editorial para impulsar la creatividad en estos tipos de lecturas y así atraer a más lectores.
“Quiero hacer énfasis en la gran importancia que tienen los atributos visuales a la par de los lingüísticos”, puntualizó.
Recordó que desde la antigüedad han existido métodos para encuadernar el conocimiento en libros rústicos, por lo que no suena descabellado invertir más esfuerzos en el diseño y elaboración de diccionarios para dotarlos de un valor agregado, aunado a su contenido.