IVÁN SERRANO JAUREGUI
Cada butaca de teatro puede convertirse en un universo; es así que diez artistas plásticos tuvieron el reto de materializar el suyo al intervenir las butacas que se entregarán como presea en los Premios del Público a lo Mejor del Teatro, que otorga Cultura UDG.
Se trata de 20 piezas creadas por el artista Adrián Guerrero; éstas lucen estampados gráficos, incorporaciones de formas textiles, de plastilina epóxica y más, que adquieren personalidades únicas y se exhiben en el Patio del Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara, del 14 de diciembre al 24 de enero.
“Finalmente, en las artes escénicas convergen muchas disciplinas: alguien que diseñe el cartel, la escenografía. El teatro transgrede el espacio pasivo del espectador en la penumbra y de ahí viene esta intervención que trastoca, manosea, las butacas que no pierde su valor, sino que suma”, compartió la Coordinadora de Artes Escénicas de Cultura UDG, Daniel Yoffe.
“Esta es la segunda vez que hacemos esta intervención –añadió–. El público es quien premia y es muy simbólico que lo que los actores se lleven a su casa sea una butaca, mediante la cual el público habita el espacio teatral”.
Ella indicó que tras la muestra en el MUSA estas butacas se entregarán a las o los artistas escénicos que resulten ganadores en la cuarta edición de los Premios del Público a lo Mejor del Teatro, que se realizará el sábado 28 de enero, en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas.
Recordó que dichos premios van para profesionales, aficionados, estudiantes y egresados de Artes Escénicas cuyas obras se programaron a través de la convocatoria “Escenia”, de Cultura UDG.
En esta ocasión serán diez ternas, cada una incluye tanto a artistas consolidados como a “nuevas voces”; a cada ganador se le entregará una de las piezas intervenidas.
El artista Adrián Guerrero, creador de estas butacas, compartió que le alegra que la obra sea intervenida, y que al ser muy sobria, “en ningún momento compite la forma con la propuesta de cada artista, y eso me deja muy contento”.
Crean grandes universos en pequeñas butacas
Para cada uno de los artistas significó un reto imprimir sus imaginarios gráficos y visuales sobre dos pequeñas butacas de 22 por 15.5 por 17 centímetros.
En esta ocasión participaron Carlos SB, Daniel Rodríguez, Diana Martín, Eva Cabrera, Gibrán Julián, Hindra Medina, Jozz Ojeda, Memo Plastilina, Moisés Schiaffino y Paulina Márquez.
La iconografía mexicana y japonesa son la inspiración de Eva Cabrera para evocar el teatro. En sus dos butacas se muestran textiles muy característicos de ambas culturas.
“Pensé en el teatro kabuki; por eso, una de las butacas tiene el telón y el maquillaje de dicho movimiento. La segunda butaca es de muñequitas de Querétaro, algunas tienen maquillaje de calaverita de Día de Muertos y traté de usar detalles textiles en la butaca. Ambas culturas me inspiran mucho, sobre todo en mi trabajo como artista de cómic”, explicó.
Gibrán Julián también tiene una inspiración oriental, pues ambas butacas las tituló Sol naciente y Luna creciente. “Es una analogía con la astronomía sobre un actor-actriz que está creciendo. Mis propuestas están en alto contraste. Mi dibujo está inspirado en el dibujo tradicional japonés o la tinta china, traté de simplificar las ideas hacia el blanco y negro”, indicó.
Diana Martín declaró que el arte visual es igual de performativo al teatro, y en sus dos butacas intervenidas utilizó lápiz, acuarela y tinta, lo cual fue un reto, pues fue una butaca de acrílico.
“Plasmé una cantante de teatro vodevil (comedia francesa), en esta idea de una mujer glamurosa que canta y actúa; esto ya lo había hecho antes y cuando me explican que este es un premio, pensé que estaría padre poner al artista y al público; en las dos se aprecia al público viendo al artista en el escenario, ya sea profundamente interesado o conmovido hasta las lágrimas”, compartió.
En tanto, Daniel Rodríguez remitió a la idea de la pintura del Renacimiento para crear pinturas al óleo. “Ambas bancas crean un arco. Una plasma mi primer recuerdo del teatro en el que tenía temor por estar oscuro, pero al iluminarlo todo me alegraba. La otra es cómo el actor está desde la butaca contemplándose con los sentidos de la vista y el oído, que hace enamorarte del teatro”.
Memo Plastilina no podía dejar de lado su gusto por la técnica de manipulación, y en una de sus intervenciones creó un universo en una de las bancas. “Pensar que nosotros somos un grano de arena en el universo y que los planetas son esferas que están en la banca, que son de plastilina epóxica”.
“A la otra banca quise darle la textura y apariencia de concreto, en la idea que la vida siempre se abre paso pese a la capa de concreto, donde nace una flor. Sin querer, sí parece una lápida que habla de la muerte y la vida siempre unida”, detalló.
Moisés Schiaffino plasmó su narrativa gráfica que parte del surrealismo mediante peces con aletas que más bien son alas de mariposas monarcas. “Sobre éstos hay un cómic tipo manga de donde construí mi imaginario, y para mí es la idea del realismo mágico surfeando”.
Su segunda butaca son flores con ojos que miran al espectador fijamente. “A los teatros siempre los he imaginado como jardines, con gente que son plantas sembradas. El estilo es pop art, que es mucho de lo que yo manejo”.
Quizá las butacas más llamativas y monstruosas son las hechas por Hindra Medina, quien también se valió de la plastilina epóxica.
“Una de las butacas tiene un Kraken y detrás la leyenda ‘Tinta para escribir guiones’, y qué mejor que un pulpo para derramar mucha tinta y escribir mucho teatro. La otra butaca se llama Ayudando a la muerte, y es un ente de la naturaleza que ayuda a un pajarito a la transición de pasar al otro lado”, declaró.
Todos los y las artistas coinciden en que el teatro no se podría pensar sin las artes plásticas, pues desde la escenografía hasta el vestuario todo tiene que ver con lo visual para poder materializar historias