Este lunes 6 de marzo, se dio a conocer la noticia del fallecimiento del historiador mexicano Enrique Florescano, a los 85 años de edad.

Experto de  mitos mesoamericanos, exdirector del INAH y fundador de la revista Nexos, tuvo una estrecha y prolífica relación con nuestra Universidad.

El autor veracruzano de libros como El poder y la lucha por el poder en la historiografía mexicana, recibió en 2018 el Homenaje al Bibliófilo “José Luis Martínez”, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, por dedicar una vida a los libros y el conocimiento que entrañan y por su afición a la lectura.

“Recibo con humildad este premio que lleva el nombre de un modelo de laboriosidad, creatividad  y amor por los libros. Es difícil comunicar la emoción que siento por esta nominación. Suma una alegre triada. Primera sorpresa por lo inesperado, luego júbilo porque la recibo en la FIL, sitio que ofrece el catálogo de libros más dilatado que podría imaginarse y, por último, es un alto honor que este premio lleva el nombre de José Luis Martínez”, expresó en su discurso de aceptación.

Señaló que su biblioteca “es la historia de una vida” y que su gusto por los libros llegó en la infancia influenciado por sus padres, ambos profesores rurales, y luego se fue desarrollando hasta convertirse en heredero de parte de su biblioteca, luego en “aprendiz de conocimientos” y más tarde  en “editor y difusor de letras impresas”.

Previamente a su homenaje, Florescano donó 18 mil 390 ejemplares a la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco (BPEJ) Juan José Arreola.

Desde su biblioteca personal en Cuajimalpa, Ciudad de México, fue trasladado el fondo compuesto por libros, atlas, códices prehispánicos, archivos, actas y fotografías –que hablan sobre historia, ecología, arte popular, cine, geografía y ciencias sociales de México y América Latina– para crear la Biblioteca Dr. Enrique Florescano.

“Los libros contienen voces que han construido nuestro pasado y que recordamos como una manera de conocernos a nosotros mismos”, indicó.

«No siento que algo se perdió de mí, siento que lo que acumulé viene a sumarse en favor del libro, la lectura, la comprensión, la imaginación, la investigación y las libertades democráticas», expresó por la donación de su tesoro histórico.