Razones sobran para que miles de mujeres en Jalisco salieran a manifestarse este miércoles 8 de marzo. Ellas están hartas de que cada día sean víctimas de violencias que escalan hasta los feminicidios.
En esto coincidieron quienes tomaron la palabra en la master class 22, titulada “Retos de las masculinidades ante los cambios del régimen sexo-genérico”, realizada afuera de Casa Jalisco este jueves 9 de marzo, cuando muchas mujeres decidieron ausentarse de la vida pública como signo de protesta.
Ahí, ante 142 hombres de la comunidad de los centros universitarios de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y de Los Altos (CUAltos), Carlos Eduardo Martínez Munguía, académico de la UdeG, sexólogo e integrante de la Red de Masculinidades Alternativas de Jalisco (REMA), dijo que “Los hombres somos los mayores agentes de violencia”, por lo que es urgente que se atiendan los cambios de paradigma sobre los esquemas.
En esta clase al aire libre Martínez Munguía se remitió a miles de años antes de Cristo, cuando en el inicio de la cultura occidental ya había leyes donde hombres se imponían a las mujeres, y donde se comenzaron a consolidar los mitos sobre lo que supuestamente implica ser hombre.
“En cuanto a los mitos de la masculinidad se dice que los hombres somos así (violentos) por naturaleza, y que no podemos contener nuestros impulsos instintivos, violentos y acosadores”, dijo.
Detalló que se identifica a la masculinidad hegemónica como aquella del hombre heterosexual, representada por grupos de poder y la que se pretende generalizar en toda la población.
Está la masculinidad alternativa, que son otras maneras de concebir a lo masculino, pero también la masculinidad estigmatizada, que rompe radicalmente con los roles establecidos que se refieren a hombres homosexuales, trans, etcétera.
El especialista mencionó que los preceptos han incluso llevado a que alrededor de 80 por ciento de los casos de suicidio son de hombres, quienes también son víctimas del patriarcado porque se les exige cumplir con dichos estándares. “No sólo afecta a las mujeres, sino también fuertemente a los hombres”, recalcó.
Martínez Munguía presentó también la iniciativa “Suma por la igualdad”, en la que varios académicos de la UdeG proponen una agenda para avanzar en masculinidades positivas.
“Es una herramienta que sería una alternativa para combatir, a partir de cuatro elementos: cambio cultural; cambio de las formas de concebir las formas de poder; asumir la corresponsabilidad de cuidar y proveer; así como atender la salud de los hombres (quienes suelen no procurarla, por sentir que eso los hace débiles)”.
Hizo hincapié en que es necesario que los hombres se reúnan y cuestionen sus violencias, pero también renunciar al pacto patriarcal.
El Secretario Académico del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), Antonio Ponce, destacó que cada vez se hace notar la urgencia del cambio de mentalidad.
“Esto también requiere de habilidades blandas, que tienen que ver con desaprender para aprender nuevas formas para ver el mundo y enfrentarnos a las exigencias actuales”, dijo.
El Secretario General del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UdeG, Jesús Palafox Yáñez, se dijo gustoso que sea un día de protesta y que “nosotros, los hombres, tengamos una nueva cultura y que la promovamos con más compañeros”.
Raúl Carvajal, representante de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), manifestó que en este día de reflexión también hay que dejar de protagonizar sobre el proceso de deconstrucción; entonces, es importante ser autocríticos en todo momento, tanto en lo personal como en lo que se vive dentro de la institución.
“Cuántas veces intentamos cosificar a nuestras compañeras o repetir lo que ellas ya dijeron (olvidando que ellas tienen su propia voz). Ese tipo de cuestionamientos son los que tenemos que hacernos todos los días. Es un gran momento para guardar silencio”, declaró.
El Secretario Administrativo del CUAltos, César Ruvalcaba Gómez, externó que las bromas, cuentos o anécdotas donde el hombre es victimario tienen que acabarse, pese a que por mucho tiempo aquello pudo parecer normal o correcto.
“Romper el pacto patriarcal implica ser valientes. Hay que salir de esa dinámica que parece normal, pues no es buena ni ayuda a nadie. Vayamos descubriéndonos para no perpetuar estereotipos machistas”, dijo.