Recomendó a niñas y niños que se acerquen a la ciencia y la tecnología para encontrar nuevos métodos, y consideró que la comunidad latina en el mundo tiene el potencial para desenvolverse en la exploración espacial.

“Toda Latinoamérica se ha visto representada. Para mí es un orgullo, yo creo que va a haber alguien que hable español en la Luna y en Marte algún día”, aseveró.

El astronauta también mostró de qué manera se alimentan en el espacio exterior ante poca gravedad. Frank explicó que la comida es empaquetada en pequeños envoltorios sin agua, y una vez en la estación se hidrata y se resguarda en refrigeradores para poder ser consumida.

Aseguró que a pesar de ser de los pocos humanos en pisar esa estación, sigue extrañando a su familia, ya que debido a su participación en esta misión –que durará un año– se ha perdido de episodios relevantes en su vida personal.

“Al fin del día esta es la misión que tenemos, y la misión se tiene que completar aunque sean seis o doce meses; la prioridad para la NASA es seguir con la misión, pero claro que es difícil, porque ya estaba preparado para regresar a ver a mi familia”, mencionó.