Un alienígena corre frenético entre sembradíos de maíz. Su mayor miedo está a punto de ocurrir: su planeta estallará. Con una cuenta regresiva holográfica que azota su mente y provoca que su ansiedad escale segundo a segundo, él siente que aún algo por hacer. ¿Pero lo hay?

Esta historia ocurre en el video musical de “Tarde”, canción de la banda tapatía Sureste, una de las propuestas que mantienen la vigencia del emo a través de la escena del rock alternativo de Guadalajara.

“Tarde” es uno de los más recientes emblemas de esta agrupación, que se ha caracterizado por articular con palabras y melodías los sentimientos de impotencia, melancolía, coraje, tristeza, abandono y pérdida. Pero pasa algo curioso: al traspasar esa oscuridad la emoción  también sabe a valentía, confianza, nostalgia, amor propio.

Otra peculiaridad de Sureste es que algunos de sus temas se han convertido en himnos a la declaración de principios tras un evento canónico, tal como “Ironías, anhelos y frustraciones”, de su álbum Caminos (2016), y su sencillo “Empezar, Pt. 2”. En ambos temas las frases caen como flechas al corazón.

Esta banda emo tapatía está sustentada en el talento de músicos con larga experiencia en la escena indie, pero también en la experiencia que sólo marinos que han navegado en el hermoso y difícil mar de la melancolía pueden tener.