En esta recopilación de historias se pueden encontrar diversas formas de vivir y sentir la maternidad, todas y cada una muy particulares
“Las madres no necesitamos una tarjeta rosa, necesitamos que los políticos reeduquen y se familiaricen con nuestras necesidades”, señaló Érika Adriana Loyo Beristáin, jefa de la Unidad para la Igualdad de la UdeG, en la presentación del libro Hasta la madre. Los confines políticos de la maternidad, de las escritoras Alicia Caldera Quiroz (compiladora), Ana Lilia Larios Solórzano, Carol Johnson, Liliana Lanz Vallejo, Karla Gabriela Garduño Morán, Sandra Carolina Díaz Cordero, Nadia Ruth Ramírez Morales, Sofía Berenice Orozco Vaca, Ana Cinthya Uribe Sandoval y Mayra Patricia Ayón Suárez.
Como todo libro, éste cuenta con diversas capas de lectura. Loyo Beristáin recomienda adentrarse desde la visión de la maternidad politizada en la que se cuestionan las formas, lo cotidiano, y encontrar otros modos de rediseño adecuados para hallar una manera de maternar respetuosa, humana, democrática, cuidadora, sin adentrarse en la romantización que los políticos, empresas y espacios han creado.
En esta recopilación de historias se pueden conocer diversas formas de vivir y sentir la maternidad, todas y cada una muy particulares. Larios Solórzano expuso que en su texto plantea la visión de una mujer que enfrentó la maternidad al mismo tiempo que una enfermedad oncológica, en la cual se dio cuenta de que socialmente es incorrecto atravesar un padecimiento que pone en riesgo la vida, pues el valor de los hijos es “más importante”.
Explicó que la idea de dejar de ser individuo cuando se es madre se encuentra totalmente implantada en la médula de la sociedad. Actos como estudiar, acudir al trabajo en jornada completa, enfermarse, cansarse, ser públicas o activistas, es algo totalmente rebelde, según los argumentos de la política frente a lo que las mujeres requieren al ser mamás.
Larios Solórzano añadió que “nadie nos enseñó cómo ser mamá y papá, con el tiempo se intuye y se hace lo que se cree mejor. Recuerdo que en algún momento me recomendaron un curso de cómo ser papás; ésa es otra falta que tiene el gobierno, en lugar de eso deberían modificar las leyes para que en los empleos las madres tengan un espacio para que sus hijos puedan acompañarlas en caso de que no tengan clases o situaciones por el estilo”.
Como punto crucial, resaltó que la maternidad es una responsabilidad colectiva, ya que todos y todas somos responsables de crear un mundo mejor, una sociedad más responsable que se rija con respeto, cuidado y amor. Las palabras de Larios Solórzano resuenan en el pensamiento expuesto por Loyo Beristáin, en el que muchos de los argumentos relacionados con la maternidad deberían ir dirigidos a ser buenos ciudadanos y entonces dejar que las madres se adentren en la política, a fin de que los discursos tengan una voz que contemple las necesidades, deseos y acciones reales que cada sector requiere según el tipo de maternidad que ejerce.
"Lo público y lo privado debe fusionarse. La maternidad hay que discutirla y reflexionarla, principalmente para entender cómo es que queremos que sea y cómo es que la ejecutamos”, dijo Alicia Caldera Quiroz.
La compiladora de la publicación agregó que se ha visto envuelta en situaciones cotidianas en las que se descubre queriendo pedir ayuda, renegar o modificar acciones, pero no dice nada: “En algunas ocasiones vamos a decir las cosas gritando, en otras de una forma mucho más amable; entonces, exijamos lo que tengamos que exigir para que la discusión de maternar la tengamos nosotras y nos beneficie”.
Las expositoras y mujeres del público concluyeron que es importante ejercer la maternidad en red, encontrando comunidad en la que aprendan y compartan el cuidado, esto como método de resistencia frente a una política que excluye de la agenda pública la crianza, así como la politización de las paternidades para que realmente impliquen a los hombres en el estar y no únicamente les señalen acciones de cuidado y manutención.
Loyo Beristáin también destacó que todas las mujeres implicadas en la realización del libro son profesionistas, doctoras, maestras, profesoras, estudiantes, activistas; mujeres que están en la lupa pública, que además maternan y dan voz a las diversas formas en que se puede hacerlo. Añadió que “escribir de maternidad es escribir en infinitivo, porque nunca cambia, siempre somos mamás”.
Hasta la madre. Los confines políticos de la maternidad, ilustrado por María Paula Molina y publicado por Typotaller, se encuentra a la venta en LOPA y otras librerías locales de Guadalajara, así como en Amazon, Gonvill y próximamente también se podrá adquirir en la Librería Carlos Fuentes de la UdeG.
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