Foto:Cortesía CUCSH

La degradación ambiental es un problema creciente que afecta tanto a las áreas urbanas como rurales. En respuesta a esta problemática, el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) ha iniciado un proyecto innovador para la recuperación y rescate de una zona degradada en su Campus Belenes. Este proyecto tiene como objetivo transformar cinco hectáreas de terreno en un espacio verde que combine funciones académicas y ecológicas.

El CUCSH ha lanzado esta iniciativa pionera en la recuperación y rescate ambiental con la creación del Parque Laboratorio «Cañada Enrique Estrada Faudón». El proyecto fue iniciado en 2021 por Juan Manuel Durán Juárez, rector del CUCSH, y liderado en su momento por Luis Felipe Cabrales Barajas, profesor-investigador del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial.

El nombre del parque es en memoria y reconocimiento al doctor Enrique Estrada Faudón, maestro emérito y Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara, destacado en medicina, psiquiatría, botánica, zoología y ecología, y en la formación de muchas generaciones de universitarios.

El proyecto se enfoca en recuperar un área degradada utilizada como depósito de escombros y cubierta de maleza. La visión es transformarla en un espacio que funcione como laboratorio al aire libre para la investigación y la educación ambiental.

La primera fase del proyecto implicó su limpieza, la eliminación de escombros y la preparación del terreno para la reforestación. Se construyeron caminos e infraestructura básica que permite el acceso a diferentes áreas del parque; esto incluye la instalación de senderos y áreas de observación, que facilitan tanto el estudio académico como la visita de la comunidad universitaria.

Este proceso se ha llevado a cabo con la colaboración de estudiantes y profesores, quienes han participado activamente en las jornadas de reforestación. Se han plantado diversas especies de vegetación nativa, seleccionadas por su capacidad de adaptación y su papel en la restauración del ecosistema. Las plantas que se incorporan son seleccionadas para crear un hábitat favorable para la fauna, promoviendo el regreso de especies que abandonaron la zona debido al grado de degradación en que se encontraba.

La transformación de esta área en un espacio verde y funcional no sólo mejora la calidad de vida de los estudiantes y la comunidad, sino que también promueve la conciencia sobre la importancia de la conservación ambiental. Los estudiantes tienen la oportunidad de realizar estudios de campo y proyectos de investigación en un entorno natural restaurado, lo que enriquece su aprendizaje y fomenta una mayor comprensión de los procesos ecológicos.

El proyecto es un ejemplo de cómo la educación y la investigación pueden combinarse para promover la sostenibilidad. El éxito que ha tenido, demuestra la capacidad de las instituciones educativas para liderar iniciativas de conservación y recuperación ambiental, y proporciona un modelo que puede ser replicado en otras regiones para promover la sostenibilidad y mejorar la calidad de vida en el entorno donde se establezca.

TEXTO: Pedro Méndez Guardado y Katia Magdalena Lozano Uvario, profesores investigadores del CUCSH.

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