En el marco del Tour de cine francés, como en todos los festivales de cine se suelen encontrar cintas destacables, en muchas ocasiones por su excelente realización, por su calidad o por elementos destacables, aunque también suele suceder el caso opuesto, en el que cintas de calidad mejorable logran encontrar su lugar entre la programación.

En su edición número 28 el Festival presenta una programación variopinta, con películas que atraen por su premisa innovadora o atractiva para el espectador casual e incluso para el experto, quienes suelen ser más difíciles de conquistar y sobre todo por la calidad del cine francés de los últimos años.

Un año difícil es una cinta distinta a lo habitual, no en sus formas, que son funcionales y correctas sin llegar a una propuesta más profunda, sino por su trama atrapante, sobre todo por ser capaz de llegar a los extremos más insospechados. 

La cinta es en parte un alegato anti consumista, puesto que los protagonistas son unos hombres con una adicción a las compras y por lo tanto están ahogados en deudas. Es una sátira a la cultura europea moderna.