Fotografía: Gustavo Alfonzo

Las escritoras Mariana Enríquez (argentina), Cecilia Eudave (mexicana), Pilar Quintana (colombiana) y el narrador Julián Herbert (mexicano) se apoderaron de la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE) para sostener un diálogo a propósito de las tres décadas de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar y que fue moderado por la Rectora del Centro Universitario de los Altos (CUAltos), Karla Planter Pérez y el locutor y periodista Alfredo Sánchez.

Durante el diálogo, Planter Pérez y Alfredo Sánchez hicieron diversas preguntas sobre los escritores cumbre del boom latinoamericano, las acciones poco convencionales de la literatura y la cultura popular que ha sido la inspiración de muchos de los nuevos talentos.

Abrieron el panorama y retaron a las escritoras a pensar cómo hubiera sido su proceso creativo si algunas mujeres hubieran sido nombradas en los años del boom y cómo es que hoy en día el talento femenino permea las editoriales.

Tanto Mariana Enríquez como Cecilia Eudave concluyeron que el impacto masculino del boom tiene que ver con las formas en que se transmitía la literatura, y explicaron que las mujeres sí estuvieron presentes en su andar por las letras, lo que les ayudó a encontrar espacios en los que sí se podía ser escritora y crecer inmersas en ese espacio.

Fotografía: Gustavo Alfonzo

Pilar Quintana confesó que le hubiera encantado crecer con más mujeres en su estantería y descubrir a escritoras colombianas o latinoamericanas que marcaran la pauta a lo que ella quería ser.

El sentimiento de Julián Herbert como lector ofreció un panorama distinto, puesto que señaló que el público “puede leer bien o mal” y sus hábitos lo llevaron a encontrarse con mujeres y literatura prohibida que marcaron su carrera, de la misma forma en que lo hicieron Gabo, Fuentes o Cortázar.

Debatieron sobre el tan famoso “realismo mágico”, con el que se califica a gran parte de la literatura latinoamericana, adentrándose en el lugar común, las rarezas y peculiaridades que vuelven a este término un poco ingenuo o lejano a la realidad de las costumbres y tradiciones que existen en el Centro y Sur de América.

El cierre se dio con las perspectivas del progreso y las nuevas tendencias, el uso de recursos populares como herramienta y oportunidad de creación. También se llegó a la idea de que se debe desmitificar la existencia de una sola literatura latinoamericana, pues existe una gran cantidad de narrativas que es imposible englobar en un único término.

Fotografía: Gustavo Alfonzo

Planter Pérez y Alfredo Sánchez agradecieron a los participantes e invitaron al público a descubrir los talleres, charlas, conferencias magistrales y propuestas que se están creando a partir de ésta.

El Director de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, José Trinidad Padilla López, compartió que desde la creación de la cátedra ha sido posible invitar a grandes personalidades y hacer honor a sus creadores.

“La creación de la cátedra se dio gracias a tres personajes de gran relevancia: Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes y Raúl Padilla, en un momento relevante para la universidad; y brindó la oportunidad de acercar la literatura latinoamericana”, declaró.

La Directora de la cátedra, Dulce María Zúñiga, agradeció a los invitados y aplaudió la historia de la cátedra: 192 conferencias, 189 catedráticos de 29 países, 54 escritores, 26 políticos, diplomáticos, músicos y otros actores que han acompañado las diferentes actividades.

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