Teatro
Cuando era niña siempre me sentí diferente, me llamaba lo artístico. Siendo de Chihuahua y en el contexto en el que vivía no había mucha experiencia artística, salvo la literatura. Mis papás me inculcaron desde niña el amor por la lectura y me gustaba escenificar lo que leía o veía en la televisión con mis muñecas Barbie, esa fue mi primera compañía de teatro. Fue hasta la prepa que inicié mi relación con el teatro, llegué por casualidad y me quedé con el papel principal de la obra que estaban presentando en ese momento; comencé a ir y me di cuenta de que eso era lo mío, yo quería hacer eso.
Infancias
Es importante que desde niñas y niños se acerquen a a las actividades artísticas y culturales para que descubran que existen universos distintos y no solo el entretenimiento comercial, sino que tenemos teatro, danza, música y hay espacios para crear experiencias que invitan a la reflexión. Queremos que las infancias se pregunten cosas, cultiven sus emociones y sus sensaciones, que sean reflexias y se vuelvan mejores ciudadanos; de esta manera a nosotros como padres nos toca acercar a las niñas y niños a la literatura, responder sus cuestionamientos, ayudarles a generar preguntas, llevarlos al teatro y mostrarles que hay toda una gama diferente de acciones que pueden formar la personalidad.
Guadalajara
Guadalajara tiene muy buen nivel en cuanto a teatro para niñas y niños. Cuando vivía en CDMX escuchaba lo que hacían compañías como A la deriva teatro. Hace diez años que llegué descubrí todas las opciones que existían para las infancias. Siento que es un atrevimiento de mi parte hacer teatro para niñas y niños, porque ya es una tradición de las compañías de aquí, pero hacerlo nace de mi inquietud de hablar de temas importantes y dirigirlo a las infancias. Hablar del cambio climático, de cómo el planeta se está acabando por los recursos que no nos pertenecen y no cuidamos, la cultura de paz que procuramos inculcar pero no practicamos.