Maestría en Violencia de Género: una nueva perspectiva académica

El Auditorio José Cornejo Franco, ubicado en la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola, se convirtió en un espacio de diálogo y reflexión sobre un tema urgente y necesario: la violencia de género.

En el marco de un proyecto ambicioso que busca transformar la forma en que la universidad y la sociedad abordan este grave problema, se realizó un ciclo de conferencias en colaboración con la Cátedra UNESCO de Género, Liderazgo y Equidad, que responde a la creación de una nueva Maestría en Estudios de Violencias de Género, un programa académico que se implementará en colaboración con instituciones internacionales de prestigio, gracias al apoyo de ERASMUS+, bajo el programa CUCEA Global y gestionados por la Unidad de Cooperación e Internacionalización.

La conferencia matutina, impartida por Erika Loyo Beristáin, se centró en la evolución de de la atención ante violencia de género en la Universidad de Guadalajara (UdeG). Durante su intervención, Loyo destacó cómo la UdeG ha trabajado para mejorar sus protocolos en los últimos años, específicamente en los últimos cuatro, reconociendo que hoy en día se cuentan con medidas más elaboradas y eficientes en comparación con otras instituciones.

Uno de los puntos más relevantes de su intervención fue la descripción de cómo estos protocolos han pasado de ser una serie de directrices básicas a una serie de medidas integrales que no solo buscan atender a las víctimas, sino también prevenir casos de violencia. Además, subrayó la importancia de la visibilidad, ya que, según dijo, aún es necesario seguir avanzando en su difusión para que más estudiantes y personal se beneficien de ellos.

En el panel vespertino, varios especialistas discutieron sobre cómo los patrones culturales y los estereotipos de género siguen siendo factores determinantes en la perpetuación de la violencia. Se hizo hincapié en la necesidad de reeducar a la sociedad universitaria, especialmente en cuanto a la eliminación de roles y estereotipos de género que, de manera indirecta, fomentan situaciones de violencia. Se coincidió en que, para lograr una transformación real en las comunidades universitarias, las estrategias deben ir más allá de la aplicación de protocolos: es fundamental reestructurar la cultura institucional.

En este contexto, se subrayó la importancia de desarrollar políticas públicas dentro de la universidad que no solo respondan a los casos de violencia, sino que también trabajen para prevenir su reproducción. Los ponentes coincidieron en que las estrategias deben incluir, además, la desarticulación de los patrones culturales que perpetúan estas dinámicas de violencia. La creación de espacios de concientización y capacitación continua, además de una mayor presencia de figuras educativas y de apoyo, fueron propuestas clave durante este panel.en