Guadalajara digna capital cultural

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    El nombramiento de Capital americana de la cultura en 2005 puede venirle bien a Guadalajara, aunque sus beneficios todavía son inciertos.
    En opinión de algunos representantes de la comunidad cultural, a Guadalajara le queda bien el saco si toma en cuenta que el nombramiento depende en gran medida de las riquezas que posee la ciudad, más que del número de actividades artísticas que produzca.
    Jorge Zambrano, responsable de relaciones internacionales del Centro Cultural Universitario, señaló que el título, concedido a Guadalajara el 1 de enero de 2005, sin duda permitirá que la ciudad sea conocida con mayor amplitud en América latina, no solo por lo que ya posee, sino por los proyectos que existen para impulsar su desarrollo cultural.
    “Creo que la capitanía cultural no es una cuestión que se decida únicamente a partir de la infraestructura. Interviene la tradición, historia, proyectos y oferta cultural. En ese sentido, Guadalajara es una ciudad productora de talento artístico y cultural, que ha sido importante a lo largo de la historia”.
    Miguel Aldana Mijares, fundador y director del Centro de Arte Moderno, coincidió con Zambrano: pese a la falta de infraestructura cultural, la ciudad cuenta con recursos humanos de valía.
    “Ya que se ha logrado una ciudad plural, es necesario darle empuje. Los elementos humanos existen. En Guadalajara hay mucha cultura”.
    Destacó que la denominación puede ser de utilidad, pues resulta posible que el desarrollo cultural crezca al interior, no solo en cuanto al número de actividades, sino con el apoyo de de las autoridades.
    Para Blanca Brambila, promotora cultural, aún no queda claro cuáles serán las consecuencias de esta capitanía, si ello implicará más actividades culturales en la ciudad o no. “Si a mí me lo explican a detalle y me dicen ‘todo el año pasará esto’, entonces podría decir: ‘dejará a la ciudad tales o cuales beneficios’”, cosa que no puede ser precisada de momento.

    Detonante cultural

    Zambrano opinó que en efecto, esta designación permitirá impulsar un mayor número de actividades culturales y artísticas, aunque sin duda su principal beneficio será poner a Guadalajara en los ojos del mundo:
    “Una de las razones de conseguir el nombramiento es tener una excusa para generar una intensa actividad cultural. Me parece que es una buena idea, porque si no fuera así, solo París o Nueva York podrían ser capitales culturales. Creo que es un buen pretexto.
    Quizá así, indicó, los grandes proyectos todavía en gestación, como el centro JVC, el museo Guggenheim y el Centro Cultural Universitario, recibirán mayor atención, no solo por parte del continente, sino de los propios ciudadanos.
    “Hay una infinidad de proyectos de calidad que merecen ser difundidos, junto con aquellos que ya son una realidad: el Trompo mágico, el Museo de las Artes, el Pantaleón Panduro, el Museo de las artesanías, el Raúl Anguiano, el Clemente Orozco… En fin, hay montón de cosas con un valor intrínseco. A lo mejor no es igual al del Louvre, pero sin duda es importante para nuestro desarrollo cultural”.
    Por lo pronto, según el ayuntamiento de Guadalajara, en febrero habrá diversas actividades con este motivo, las cuales se sumarán a los festejos por el aniversario de la ciudad.

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