Los especialistas advierten que esta temporada de calores será de las más extremas en los últimos 15 años, de manera que las enfermedades relacionadas con las altas temperaturas estarán a la orden del día.
En primer lugar, de la lista, podemos apreciar a los padecimientos gastrointestinales, ocasionados por el consumo de alimentos contaminados, como la shigella, salmonella, escherichia coli enteropatogenica y amebiasis, señaló el especialista en salud pública, del Hospital Civil de Guadalajara “Juan I. Menchaca”, Héctor Gallardo Rincón.
“Estas derivan de productos dejados a la intemperie, como las salsas para taquitos, la leche de los biberones y otros artículos sin refrigerar.
“El panorama para esta temporada amenaza con ser uno de los más graves, lo que obliga a permanecer alerta con el cuidado de la higiene, a tomar mucho líquido y atender la cadena alimenticia”.
Recomendó refrigerar todos los alimentos, pues el calor provoca fermentación, misma que favorece la reproducción de bacterias, además de hervir algunos comestibles, como las salsas y sustancias líquidas.
Otros males relacionados con el incremento de la temperatura atañen a la vía urinaria y el riñón, enfermedades generadas por la deshidratación.
“Por tarea debemos hidratarnos. A veces no sentimos sed, pero es vital tomar agua en esta temporada, a fin de que los riñones se purguen y laven. Además, el líquido barre las toxinas.
“Cuando hay deshidratación, las vías urinarias son infectadas con mayor facilidad. Por esto es recomendable aumentar hasta dos o tres litros nuestra ingesta de líquidos”.
Un tercer apartado de enfermedades calurosas radica en las afecciones de la piel. Están relacionadas, por lo general, con el exceso de sudoración, hongos o micosis, de manera que resulta importante mantener una piel limpia y seca, mediante una ducha diaria y la aplicación de talcos, en el caso de los pies y otras zonas, además de realizar una limpieza facial hasta tres veces al día.
En casos extremos hay “golpes de calor, cuando niños o ancianos quedan expuestos a los rayos del sol por mucho tiempo. Es la típica situación de la madre que deja a su pequeño en el auto, o el anciano que sale mucho rato a tomar el sol afuera de su casa o en el patio de su vivienda”.
Los “golpes de calor” suceden con mayor frecuencia en los extremos de la vida (niñez o vejez), porque “estos individuos no tienen capacidad para tolerar la deshidratación severa”.
“Puede ser mortal, porque la persona pierde la sensibilidad para regular su propia temperatura, de manera que llega a la hipertermia y la deshidratación, aspecto que puede tener severas complicaciones”.
Las autoridades federales recurren a la educación para prevenir los “males del calor”: difunden mensajes con las conveniencias de hervir el agua, calentar los alimentos dejados a la intemperie o refrigerarlos, mantener el cuerpo limpio y no estar mucho tiempo expuesto al sol.