Del 6 al 9 de junio, en el Palacio de las Convenciones, de La Habana, Cuba, fue realizado el IV Congreso internacional cultura y desarrollo, con el lema “Pensar el mundo desde la cultura: por la paz, la verdad y la emancipación humana”, convocado por la UNESCO, la UNICEF y varios organismos internacionales.
Este congreso tuvo una participación de más de 800 delegados, ministros de cultura, poetas, pintores, promotores culturales y académicos, de cerca de 40 países de distintos continentes.
Entre los panelistas de la delegación mexicana, destacó la intervención del poeta chiapaneco Juan Bañuelos, quien hizo una defensa de los derechos de los pueblos indígenas y en particular de los mayas, representados por el movimiento zapatista.
El poeta señaló, entre otras cuestiones, la necesidad de emprender una lucha por la palabra, pues algunos conceptos, tales como democracia, tolerancia, paz, han sido presentados desde una visión unilateral en esta época de globalización, en la que “vivimos con tal rapidez, que parecemos inmóviles y sin futuro”.
Sobre el mismo tema comentó que “la capacidad para comprender el mundo se está reduciendo, pues el inglés es un lenguaje técnico orientado por la lógica del mercado, un lenguaje de consumidor, no de ciudadanos”. Recordó que el lenguaje es semántico, no sintáctico.
Víctor Flores Olea hizo alusión a la necesidad de replantear conceptos como socialismo, diversidad, cultura, paz y rescatar de la historia de los pueblos latinoamericanos sus fortalezas y tradiciones, para su emancipación.
Mención especial merece Pablo González Casanova, quien propuso la puesta en práctica de acciones concretas para combatir los embates de los países que imponen su hegemonía de forma sutil y mediática y en otras de manera agresiva.
La Universidad de Guadalajara estuvo presente a través de tres trabajos de investigación: uno del CUCEA y dos del CUCSur (cuyos académicos fuimos apoyados por la convocatoria 2005 del Programa universitario apoyo a ponentes).
Los trabajos del CUCSur versaron sobre el análisis del tiempo libre y su papel en la actividad turística y el valor que representa identificar el patrimonio cultural de la Costa Sur de Jalisco, para promover el desarrollo de estas comunidades, por medio del impulso a la planeación de proyectos de turismo cultural.
El poeta y escritor ecuatoriano Fabián Guerrero Obando señaló que “si algún deber ineludible tienen los líderes políticos que honren ese oficio –los hay y de todas las tendencias– es llegar a mínimos grandes acuerdos nacionales, para recuperar la dignidad y la esperanza perdidas, construyendo fortalezas (políticas de Estado) en educación y cultura”.
La escritora turca Yasemin Shogun se quejó de que centenarias tradiciones, como ciertos hábitos de vestir entre las comunidades musulmanas, han sido impactadas por “objetos ajenos a nuestra cultura, como consecuencia de la articulación en la sociedad del modelo dominante de consumo”.
En términos generales, tanto los paneles como las conferencias magistrales y los diversos foros, tuvieron un alto nivel, lo cual resultó satisfactorio, pues fue un encuentro en el que la libre exposición de ideas y de proyectos de desarrollo sostenible en diversas áreas de la cultura y el conocimiento, propició un ambiente de reflexión y motivación para continuar profundizando en la discusión y ejecución de acciones prácticas y medibles, para incrementar el pensamiento crítico, pasar a las acciones que detengan la cultura de la guerra, que orilla a los jóvenes de las mismas potencias, a la muerte, junto con la de los países que invaden.
El escritor cubano Roberto Fernández Retamar, fue quien clausuró los trabajos. Al encuentro acudió también una delegación pluripartidista mexicana integrada por los diputados federales de la Comisión de cultura, quienes leyeron una declaración que de manera conjunta con diputados cubanos elaboraron para manifestar su apoyo al respeto a la diversidad cultural y la soberanía de los países. Esta declaración quedó incorporada a la relatoría del congreso.
De regreso a esta ciudad y escapando de la tormenta tropical Arlene, nos encontramos con las declaraciones del canciller Luis Ernesto Derbez, que en el contexto del Encuentro latinoamericano sobre integración, desarrollado en San Cristóbal de las Casas, dijo que entre México y Estados Unidos hay una “luna de miel permanente”, aunque eso implique “dejar pedacitos de soberanía”, a la vez que reprochó a los países latinoamericanos su “apartamiento de México a la integración latinoamericana”, sin el menor sonrojo ante el papelón que en fechas recientes desempeñó en su frustrada y accidentada aspiración por ocupar la secretaría general de la OEA.
Como dicen en la isla, “Chivo que rompe tambor… con su pellejo lo pague”.
