Salvo en el sector público y en concreto el gubernamental, en el área académica y empresarial vislumbran un escenario nada alentador en materia económica. Los indicadores oficiales informan que México tendrá un crecimiento no mayor a 3.5 durante 2008. Académicos de la Universidad de Guadalajara aseguran que habrá una contracción económica.
La coincidencia entre empresarios y académicos es que 2008 será un año conservador y extremadamente cauteloso.
El profesor investigador del área de economía, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Antonio Sánchez Sierra, manifestó que desde el “efecto Fox, a través de su famosa mentira de que creceríamos un siete por ciento, la realidad es que decrecimos entre un uno y 1.5 por ciento”.
A lo anterior hay que sumar que mediante varios tratados comerciales, como el sostenido con China, se liberan de aranceles cada vez más artículos, lo que afectará la balanza comercial.
Mientras que para las autoridades gubernamentales federales el discurso es “México tiene rumbo”, la inmensa mayoría de los mexicanos “se queja de que no tiene dinero en los bolsillos”. Muestra de esto es que tiendas de autoservicio generan sus propios mecanismos de financiamiento, para que la gente de clase media “pueda comprar sus alimentos a crédito. Ha decrecido el poder adquisitivo, como también el nivel de vida”.
¿2008 será un año de supervivencia?
De supervivencia y además habrá grupos de la economía que están en la informalidad, que pasarán a la ilegalidad plena. Es decir, si una persona vendía en el comercio informal un artículo que podría ser legal, incrementará la venta de la piratería, que va más allá de los discos.
Antonio Sánchez agregó que mientras el gobierno maneja indicadores de que tiende a la baja la inseguridad pública, en contraparte la gente busca sobrevivir a la crisis económica mediante actividades incluso ilegales.
Se pronostica que para los dos primeros trimestres de 2008 habrá un lento avance económico, y sobre todo, que las exportaciones serán afectadas por la posible desaceleración de Estados Unidos y el crecimiento de los precios petroleros, que podrían contraer el consumo.
En materia de inflación, la expectativa es que permanezca en el siguiente año similar a la de 2007, de alrededor de 3.5 por ciento.
Ante la espera de un inicio de año incierto, Sánchez Navarro dijo que es recomendable comenzarlo con precaución en el gasto y evitar desequilibrios fuertes en los bolsillos.
Para el vicecoordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), Daniel Curiel Rodríguez, el sector privado “no quisiera verlo así, pero la verdad es que el inicio de 2008 será de incertidumbre, por lo que pudiera pasar con la economía de Estados Unidos. Es probable que frene sus consumos, y eso nos va a afectar en México”.
Al respecto, la Cámara de Senadores pidió a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que entregue un informe acerca de la situación económica del país, que incluya los efectos de la desaceleración en Estados Unidos. El informe también deberá proporcionar las medidas que adoptaría México ante una posible recesión en el vecino del norte. Al cierre de esta edición, el reporte hacendario no había sido entregado.
En el caso de que haya una desaceleración económica en Estados Unidos, el pronóstico del Senado es que el crecimiento calculado en el producto interno bruto (PIB) de 3.2, se estanque en un máximo de 2.9 por ciento.
Curiel Rodríguez comentó que también hay incertidumbre por la carga impositiva, el impuesto empresarial a tasa única (IETU). Esto significará en el siguiente año una doble contabilidad.
Salarios
En noviembre pasado, la consultoría en recursos humanos Mercer informó que los incrementos salariales de México el próximo año se ubicarán en 4.8 por ciento, de manera que serán los más bajos de Latinoamérica. De acuerdo con la Encuesta de compensación mundial 2008, México estará por debajo de países como Argentina, que tendrá incrementos de 14.6 por ciento; Brasil, con cinco por ciento; Chile, con 6.2 por ciento, y Colombia, con 6.1 por ciento.
Curiel Rodríguez consideró que los incrementos salariales se situarán en México entre el 3.5 y 4.5 por ciento. “Eso será lo que seguramente las empresas podrán ofrecer”.
Ante pregunta expresa de qué países latinoamericanos ofrecerán mejores aumentos al salario de sus trabajadores, respondió: “hay que ver cómo se encuentra la industria o empresa en México”. Se le comentó acerca del estudio de Mercer, que pronostica que habrá países que darán un incremento por arriba del cinco por ciento. Curiel dijo que le gustaría conocer la tasa de inflación que tienen esas naciones.
El académico Antonio Sánchez Sierra se refirió al caso de Chile: “la economía chilena se maneja con otra mentalidad por parte de sus autoridades, y sobre todo, se preocupa más por el beneficio social, que en ciertos indicadores internacionales”.
Agregó que las inversiones extranjeras en México, a diferencia de Chile, no son estrictamente inversión directa, sino “capitales golondrinos”, como los de la industria electrónica. En México se hace lo contrario a las políticas económicas de algunos países latinoamericanos que registran mejor crecimiento económico. “Bajaron los impuestos para reactivar la economía y la capacidad de consumo. Aquí es al revés”.
Gasolinazo
Este 1 de enero México amaneció con un incremento al precio de la gasolina. El aumento es de cinco por ciento de manera paulatina, en un lapso de 18 meses.
Para el sector privado de Jalisco el gasolinazo no tendrá un impacto sustancial, ni debería presentarse una escalada de precios en los productos. “El incremento es mínimo y paulatino”, dijo Curiel Rodríguez.
Esa postura no es compartida por el académico Antonio Sánchez Sierra: “yo me pregunto, ¿para qué quiere tanto dinero el gobierno mexicano, si no sabe invertir sus recursos? Es como en el caso de Jalisco, ¿para qué querían el placazo?”.
Y también el acero
El acero se sumará a la gasolina y a otros productos en la lista de incremento de precios para este 2008. Altos Hornos de México (AHMSA), la mayor siderúrgica integrada del país, informó que los precios nacionales del acero aumentarán 30 por ciento en enero. El alza en el importe de su principal producto es consecuencia del incremento en los precios internacionales de insumos requeridos para la producción siderúrgica.
Otro indicador
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) informó en noviembre que el índice de confianza del consumidor (ICC) tuvo una fuerte caída de 5.6 por ciento respecto al nivel registrado en el mismo mes de 2006.
Con base en los resultados de la Encuesta nacional sobre la confianza del consumidor (ENCO), que de manera conjunta realiza con el Banco de México (Banxico), el INEGI reportó que en términos anualizados, el indicador sobre la situación económica de los integrantes del hogar en el momento actual, comparada con la que tenían hace 12 meses, tuvo un descenso de 0.6 por ciento respecto a noviembre del año pasado.
El indicador parcial del ICC que evalúa las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de 2006 para comprar bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora u otros aparatos electrodomésticos, descendió 5.9 por ciento.
Granos, competencia desleal
Elizabeth Raygoza
Olvidado, marginado y descapitalizado. Así es como se presenta el campo mexicano para competir con Estados Unidos y Canadá, países que a partir de este año importarán maíz y frijol de manera libre. La desventaja para los productores nacionales es franca, lamentó el investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, de la Universidad de Guadalajara, Jaime Prieto Pérez.
Mientras los otros países producen con mayor tecnología y mejores apoyos de tipo gubernamental, los productores nacionales no tienen las condiciones en infraestructura para desarrollar la actividad, y la mayor parte la realizan en sus propias parcelas, sin llegar a constituirse en grandes productores.
Según Prieto Pérez, quien es presidente de la comisión de Ganadería, del Congreso de Jalisco, el gobierno mexicano debió blindar a sus productores desde el mismo año en que se firmó el Tratado de Libre Comercio, y prever la entrada en vigor de este capítulo; pero sus políticas públicas jamás fueron orientadas para apoyarlos, por lo que el presupuesto decreció y los programas nunca les llegaron.
Más desventajas
No conforme con la afectación a los productores, con la comercialización directa, también se tendrá que lidiar con la baja calidad de los granos que serán importados, toda vez que las normas mexicanas son más flexibles que en otros países, y eso propiciará que se les permita el ingreso sin reunir las condiciones óptimas recomendables para consumo humano.
“Los países con los que somos socios tienen barreras arancelarias y aplican normas más rígidas que evitan que nuestros productores mexicanos puedan exportar sus granos. Entonces, aquí también se da una desventaja en el comercio”.
Desventuras
El mayor riesgo es que esos granos de pobre calidad desplacen la producción interna, pues ofrecerán precios más bajos en el mercado y los mexicanos no podrán competir. “Nuestros productores se van a venir abajo, y no veo cómo puedan sobreponerse”, dijo en tono pesimista el investigador universitario.
Alertó que si bien el precio de los granos importados puede ser menor, el consumidor final no se verá beneficiado y sí los comercializadores que tendrán un margen mayor de utilidad.