Rescatan árboles y palmeras

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PODA DE ARBOLES EN LA COLONIA JARDINES TAPATIOS , ZAPOPAN , JAL.

Al día, según sus datos, sacrifican hasta 100 árboles en la zona metropolitana de Guadalajara, cifra que contrasta con los apenas 10 que se siembran. Por esa preocupación, las acciones comienzan en algunas preparatorias y centros universitarios, pero la realidad es que la autoridad debería implementar un programa de valoración y rescate de árboles, consideró Raúl Torres, quien realiza trabajos de rescate ecológico en la Universidad de Guadalajara.
Actualmente emprende un proyecto en el CUCEI y en la Preparatoria 12, basado en dar hormonas auxinas (para permitir su floración y acelerar sus funciones), brindar fertilizantes orgánicos, podas controladas y otras acciones que permiten que un árbol enfermo por bacterias, hongos o plagas, pueda salvarse.
Para el fitotécnico, la falta de interés, inversión y hasta conocimiento, hace que las autoridades no cuiden ni den mantenimiento a los árboles. “Muchos trabajadores que están en la Dirección de parques y jardines no saben o por la falta de presupuesto prefieren cortar un árbol, que recuperarlo”.
La Universidad de Guadalajara implementa un programa de rescate que no sólo pudiera desarrollarse en la contaminada metrópoli, sino también en el estado y el país. “En junio de 2006 iniciamos con este programa en la Preparatoria 12. De 600 árboles, el 90 por ciento estaba enfermo. Ahora vamos en el 60 por ciento del rescate de varias especies, como palmas, guayabos, ahuehuetes, laureles y mango”.
En este caso, la inversión por cada árbol oscila entre 500 y mil pesos. El análisis incluye la opción de saber qué es mejor: si recuperarlo o plantar uno nuevo.
Este tratamiento también incluye la utilización de insecticidas, los cuales son de calidad comprobada. El especialista dice que los resultados son sorprendentes. “De tener árboles secos, marchitos, sin hojas, ahora se ven frondosos, grandes y fuertes”.
Y es que son tantos los beneficios que los árboles nos dejan, que a juicio del investigador es indispensable llevar a cabo acciones inmediatas. “Estamos a tiempo de que se mejoren las condiciones del medio ambiente, de ayudar a que tengamos un mejor futuro”.
Los árboles nos dan hasta 100 kilogramos de oxígeno molecular, regulan la temperatura, purifican el aire, forman el manto freático en el subsuelo, retienen el polvo y agua de la contaminación, reducen la contaminación del ruido y nos brindan un entorno agradable.
Por todo esto, Torres Herrera asegura que se requieren acciones urgentes, pues los árboles merecen vivir, sobre todo porque hay algunos que pueden estar en el planeta hasta por cuatro mil años, como el secuoya, aunque en nuestra ciudad predominan los pinos (80 años de vida), robles o encinos de hasta 500 años, y el olmo, 40 años.
En CUCEI comenzó el rescate de 20 palmas, cuyo tratamiento inició con la eliminación de los defectos más visibles, entre estos la limpieza del tronco y el rescate de sus hojas, a fin de que se vean más bonitas y no secas, para posteriormente combatir la invasión de los hongos.
Torres, quien tiene 57 años, de los que 30 ha dedicado a la fitotecnia y la mitad de esos a la docencia, manifiesta su orgullo por trabajar en este proyecto y lamenta que por ahora sean implementadas acciones a medias para el rescate de árboles a nivel estatal y nacional. “Tuve la oportunidad de trabajar un tiempo en Estados Unidos, y allá es una cultura diferente. Este proyecto les gustó mucho y no había nada de obstáculos en temas como el presupuesto”. Sin embargo, su deseo por hacer aportaciones a su estado y país, pudo más. “De lo que no me arrepiento, porque quiero dejar las puertas abiertas para que se pueda realizar en municipios y ayuntamientos”.
Si el proyecto ha funcionado en la Preparatoria 12 y en el CUCEI, asegura que el programa se puede seguir perfeccionando para ser implementado en otras instancias, y sobre todo, espera que la autoridad lo vea como una buena opción para el rescate, para invertir en los pulmones de la ciudad.
“El programa está pensado para adaptarlo a colonias, barrios, camellones, incluso plazas. Tengo fotografías que comparan las condiciones del tronco y de las hojas que había antes y después. Más que recursos, se requiere voluntad y compromiso para seguir un programa por varias semanas, por meses, para que los árboles de la zona sean cuidados y respetados”.
Comenta que los trabajos, tanto del CUCEI como de la Preparatoria 12, continuarán hasta mediados de año, pues en el caso del CUCEI “está el proyecto de que ahora nos enfoquemos a los árboles, y es lo que haremos. Primero analizar la especie, ver la posibilidad de rescate y problemática que representa”.
El especialista lamenta que los parques tengan árboles secos, sin hojas y con ramas y troncos débiles, y sobre todo, que tampoco en ocasiones las personas tengan la cultura para regarlos o cuidarlos.

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