Una noche de fin de semana, dos carros chocan. Llegan los paramédicos y uno de ellos deja morir a un paciente para que éste done sus órganos, porque el papá de una niña que espera un trasplante, le ofreció dinero. Esta fue la temática del corto ganador del II Concurso nacional de transparencia en corto “Por una cultura de legalidad”, organizado por la Secretaría de la Función Pública, a fines del año pasado.
Cuatro jóvenes del segundo semestre de la licenciatura de comunicación pública fueron los ganadores: Nancy Cruz Orozco, Roberto Hernández Villalobos, Arturo Aguilar Cruz y Jorge García Castro.
¿Cómo se les ocurrió esta historia?
Nancy: Todo fue muy chistoso. Estábamos comiendo una ensalada en la cafetería de la escuela y de ahí surgió todo.
¿Qué mensaje brindan con estas producciones?
Roberto: Que la corrupción puede estar en todos lados y que siempre hay dos: el que da mordida y el que recibe; que debemos tomar conciencia, porque todos salimos perdiendo, no importa edad, sexo o clase social. En todos lados, en todos los niveles y trabajos se puede presentar.
¿Qué experiencia les queda?
Arturo: Que siempre hay que trabajar duro, creer en uno mismo y sobre todo, aprendimos a crear un equipo en el que cada quien tiene sus cualidades.
¿Qué sigue para ustedes?
Nancy: Yo estoy en una producción, donde voy a participar en la dirección y mis compañeros asumirán diferentes funciones.
¿Qué van a hacer con esa productora?
Roberto: Pues queremos hacer un poco de todo: cortos, pero también comerciales, campañas, lo que se pueda para sacar dinero y hacer lo que más nos gusta.
Primera persona:
Son cuatro chavos que estudian la licenciatura de comunicación pública en el CUCSH, quienes el año pasado ganaron el II Concurso nacional de transparencia en corto “Por una cultura de legalidad”, para el que contaron una historia de corrupción. Antes no habían trabajado juntos. Ahora son inseparables y hasta socios de una pequeña productora.