En América latina las humanidades están volviendo a ser parte fundamental de la sociedad, a pesar de que algunos de sus gobiernos, como es el caso de México, inviertan pocos recursos en ciencia y educación.
A decir del escritor mexicano Sergio Pitol, “la juventud está hambrienta de humanidad en la música y la literatura”. Dicha tendencia es más evidente en ciudades como Xalapa (lugar donde vive desde 1993), México o Guadalajara.
En entrevista telefónica desde Xalapa, Veracruz, Pitol cuenta que en octubre visitó China, Corea y Japón. Este último viaje le dejó una buena impresión, al darse cuenta que la tercera parte del presupuesto gubernamental lo invierten en educación y en las artes.
“Por eso han tenido éxito: son los que más leen, acuden al teatro y a recitales de música. Eso es un alimento interno que le abre el mundo a la gente”.
No obstante que el gobierno en México ha desdeñado la idea de que a mayor educación, más progreso, la Universidad Nacional Autónoma de México en ocho años logró ser el lugar 54 del mundo entre miles de universidades. “Eso ha hecho que los maestros y los alumnos tengan interés por las humanidades”.
Se refirió al auge que la cultura ha tenido en la Perla tapatía, en especial con actividades como la Feria Internacional del Libro, en la que le fue entregado el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 1999.
“Cuando regresé de Europa, fui a las primeras ediciones de la feria y era una cosita mínima, pero ahora se convirtió en la más importante”. Acota: “México es muchos Méxicos. En algunos lugares las artes y la cultura se han vuelto importantes y necesarias. La sociedad las pide. En otras no ocurre esto. Yo soy muy optimista. Estoy trabajando mucho para que las humanidades sean parte fundamental de la sociedad”.
Literatura latinoamericana,
de las mejores
Editor, traductor, ensayista y catedrático, Pitol vivió en ciudades como Londres, Roma, París, Rusia, Praga y Berlín. Por ello no duda en afirmar que la literatura latinoamericana ha superado a la europea en la última década.
Esto es resultado de que en América latina “se han abierto muchas formas de escribir. Hay nuevos estilos y temas que nunca los habíamos conocido que han enriquecido a la literatura. La latinoamericana es en todo el mundo una de las más grandes. Europa nos empieza a conocer por estas novedades de estilos”.
A pregunta expresa, el literato destaca a Juan Villoro, Margo Glantz, Mario Bellatin o Anamari Gomís, como algunos de sus autores favoritos.
“Hay algunos escritores geniales y otros menos, pero en general, el nivel es muy bueno. Los escritores que tenemos los traducen en casi todos los países, se venden cada vez más”.
Visita en el CULagos
Eduardo CarRillo
Sergio Pitol estará en el Centro Universitario de los Lagos, con sede en Lagos de Moreno, para apadrinar el inicio de la primera licenciatura en humanidades, en la Universidad de Guadalajara.
El rector del CULagos, Roberto Castelán Rueda, informó que ésta sería la primera de varias pláticas. Con este acto se abren las puertas para que diversos creadores impartan cátedra a los académicos, habitantes de la región y alumnos, para que “se den cuenta a viva voz” del quehacer de un humanista y del trabajo de los grandes pensadores mexicanos.
Entre otros aspectos, Sergio Pitol podría desarrollar temas relacionados con los problemas de la humanidad en este siglo, la vigencia de estas disciplinas, por ahora menospreciadas, pero que el CULagos pretende revalorar.
Pitol estará el próximo 22 de febrero, a las 12:00 horas, en el aula magna Doctor Cirilo Medina Gutiérrez, de CULAgos.
Sergio Pitol se licenció en derecho y filosofía. Ha sido diplomático, escritor, editor, académico, promotor del patrimonio artístico e histórico de México y traductor al español de autores ingleses como Jane Austen, Joseph Conrad, Henry James, y el polaco Witold Gombrowicz. Trabajó en Barcelona, España, para editoriales como Seix Barral, Tusquets y Anagrama.
Considerado un autor de culto, fundamental para la literatura mexicana, ha escrito una veintena de novelas y ensayos, entre los que destacan No hay tal lugar, El tañido de una flauta, Asimetría, Juegos florales, Domar a la divina garza, La casa de la tribu, El arte de la fuga y Trilogía de la memoria, la más reciente.
Recibió el Cervantes en 2005, además del Juan Rulfo en 1999; el Premio nacional de literatura de México en 1983 y el Xavier Villaurrutia en 1981, entre otros.
