La noche del pasado 14 de abril, seis mil personas se reunieron en el auditorio Telmex para atestiguar el poderío sonoro de The Smashing Pumpkins. La amenaza de lluvia, el correr del viento, los murmullos que delataban impaciencia y la iluminación azulada del recinto, fueron parte de un preámbulo perfecto.
La espera estaba a punto de terminar, faltaba muy poco para ver y escuchar por primera vez en Guadalajara al grupo comandado por Billy Corgan. Cerca de las 20:00 horas, el interior del auditorio comenzó a registrar movimiento, se podía apreciar a algunos asistentes que portaban playeras color negro y rojo, varias de ellas con el estampado del disco Zeitgeist, otras con la palabra “zero”, lo que evocaba la imagen de Billy Corgan en el periodo del disco Mellon Collie and the infinite sadness.
Entre la multitud, los ánimos crecían, se escuchaba a más de uno mencionar sus pronósticos acerca del set list: “espero que se avienten 1979”, “si tocan Disarm, voy a llorar”. En la parte superior del escenario lucía imponente una estructura de luces, y hacia la izquierda, elevada sobre los palcos del auditorio, se podía apreciar una pantalla gigante, los instrumentos de The Smashing Pumpkins se encontraban en el centro.
El grupo telonero fue Disidente, pero su propuesta musical no logró ser lo suficientemente efectiva para encender al público, así que se retiraron sin pena ni gloria. Para ese momento los asistentes terminaban por instalarse en sus lugares. La parte baja del auditorio estaba casi llena, mientras que en los dos niveles restantes había aún espacios libres.
A las 22:00 horas las luces del auditorio se apagaron, los gritos y silbidos se escucharon fuertemente. El concierto de The Smashing Pumpkins comenzaba.
Inmediatamente la presencia de Billy Corgan surgió en el centro del escenario, ataviado con una falda metálica, y entre luces color azul y amarillo, el líder de The Smashing Pumpkins tomaba su guitarra. A su derecha aparecía Ginger Reyes (bajo), a la izquierda Jeff Schroeder (guitarra), en la parte trasera Jimmy Chamberlin (batería) y Lisa Harrinton (teclados).
El primer tema fue “United States” del disco Zeitgeist. La voz de Billy Corgan dejaba sentir furia en la interpretación, por su parte las guitarras daban el toque estridente, con potencia, lo que auguraba un concierto sin reservas por parte del grupo.
El contacto con el público no se hizo esperar y la siguiente canción en detonar fue “Mayonaise”. Rápidamente surgieron las ovaciones y los cientos de teléfonos celulares y cámaras fotográficas que buscaban capturar la imagen y sonido de la banda, de esta manera la música de The Smashing Pumpkins se expandía electrizante en el recinto.
Tonight, tonight desencadenó aplausos y fue coreada con fervor, este tema dio paso a un momento íntimo del concierto, en el que Billy Corgan y Jimmy Chamberlin se quedaron solos en el escenario para interpretar una versión acústica de Perfect, lo que brindó un toque emotivo al eliminar las bases electrónicas.
Las canciones Bullet with butterflies wings, Ava Adore y 1979 encendieron a todos los presentes, las dos últimas con arreglos acústicos, lo que dejó ver a un grupo en forma y sin concesiones. Otros temas con eminente fuerza sonora fueron Tarantula, Neverlot y The everlasting gaze.
El concierto incluyó las influencias musicales de The Smashing Pumpkins; el cover Set the controls for the heart of the sun, de Pink Floyd, creó un ambiente mágico y envolvente.
Las luces se apagaron y el público pedía más. Al paso de unos minutos, Billy Corgan apareció nuevamente en el escenario y tomó su guitarra acústica. El encore fue con el tema To Sheila, del disco Adore, una canción intensa y melancólica. Fue así como el concierto terminó.
Afuera, la lluvia dejó un ligero rastro de su paso, todo lo contrario a las profundas emociones que The Smashing Pumpkins ofreció.
