Las energías fósiles y nucleares han llegado a su límite en lo físico, ecológico y económico, por lo que el uso de energías renovables no es ya una moda, sino una cuestión de supervivencia. En contraste con el petróleo, el gas y el carbón; la luz solar, el agua, el viento y la vegetación son ilimitados y libres de emisión de contaminantes.
La representante de México Solar, A.C. Helga Jí¤ger, explicó que las energías fósiles están por agotarse, no importa si es en 15 o 50 años. “Es una herencia que se empezó a conocer hace 200 años, como un baúl bajo la tierra. Pero es finita y causará crisis económicas y políticas”.
Recordó que la energía fósil se encuentra en pocos países del mundo, mientras que la renovable está donde vive y trabaja la gente. En el caso de la segunda, no hay materia prima sujeta al mercado, “nadie puede controlar esta energía”.
El problema de fondo es que para obtener electricidad, combustible o calor, se queman los insumos. Esto genera emisiones contaminantes que afectan la calidad del aire, el agua y la tierra, con el consecuente cambio climático, además de repercusiones en la salud. Tras reconocer los beneficios en el uso de las energías fósiles dijo que el precio es muy alto: “Si nos llevan al borde de crisis existenciales, cambio climático, crisis económicas, tenemos que cambiar la base energética. No podemos estar sin energía, por lo que la renovable es la solución en este momento y a largo plazo”.
En México, ¿hasta cuándo?
A pesar de las ventajas de las energías renovables, en México falta un mayor aprovechamiento, indicó el especialista del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías, (CUCEI), José Anzaldo Hernández.
De acuerdo con una nota publicada en La Jornada, el secretario de Medio ambiente y recursos naturales, Juan Elvira Quesada, dijo que las reformas aplicadas a Petróleos Mexicanos permitirán un mayor uso de energías renovables, del 21 por ciento actual a un 26 por ciento al final de este sexenio.
Helga Jí¤ger, quien forma parte de la Asociación europea de energías renovables, con sede en Alemania, comentó que en dicha nación la población se interesó por estas alternativas desde finales de los años 80, y el gobierno impulsó una campaña de información.
Se promocionaron las celdas solares entre la población. “Muchas casas tienen módulos solares para producir su energía. El excedente se vende”.
A partir del 2004, entró en vigor un apoyo para que los agricultores crearan su planta, para que a partir de excrementos de animales, residuos de celulosa, forestales y agrícolas, elaboraran biogas.
Buenas condiciones, poca política
México es un país con excelentes condiciones para el uso de energías renovables en el mundo, ya que geográficamente se encuentra en una buena área solar, el trópico, coincidieron Anzaldo Hernández y Helga Jí¤ger.
“Alemania tiene mil 800 horas de sol año. Sin embargo, México tiene condiciones óptimas para aprovechar la luz solar, incluso el viento, por que tiene costas, y biomasa ya que cuenta con una vegetación muy variada”.
Agregó que la energía solar puede aprovecharse a lo largo y ancho de la república mexicana. En el norte, además de ésta, fortalecerse la eólica; en occidente y en el centro, la geotérmica; mientras que en el sur la eólica, como ya se aplica en algunos sitios.
Hernández, quien trabaja en la creación de biocombustibles, dijo que el potencial es fuerte. “Nos hemos dado a la tarea de encontrar desarrollos tecnológicos a pequeña escala, que no necesiten instalaciones complejas ni grandes, para que las comunidades organizadas, puedan generar sus propios combustibles o energía eléctrica con material a la mano”.
Por ejemplo, hay zonas con gran cantidad de bagazo de agave o de caña desperdiciado, que transformarse en combustibles.
“En nuestra urbe es posible aprovechar la energía solar, ya que la incidencia de sol es muy fuerte, prácticamente en todo el año. Son pocos días en los que tenemos escasa luminosidad o está nublado”.
La energía del sol es gratuita y no estamos quemando ningún tipo de combustible. “En la medida que se sustituya la quema de gas, tendrá el mismo impacto directo en la disminución de gases efecto invernadero”.
Por ambos motivos, planteó la necesidad de haya celdas de energía solar en azoteas de casas o edificios, que permitan calentar el agua o sirvan para los sistemas de acondicionamiento de aire.
“Así como existe el reglamento en el que gobierno federal debe utilizar papeles con determinado porcentaje de reciclado, se pudiera hacer algo similar con las energías alternativas y las nuevas construcciones”.
Los especialistas consideraron que a pesar de que México es receptivo a las energías renovables y la población está interesada, falta más voluntad política para aprovecharlas, para difundir su potencial, impulsar estímulos para que la población pueda adquirir equipo.
