Paco Padilla estrena disco. El viernes pasado presentó el álbum Revuelo en la Plaza Fundadores. Tras más de 30 años dedicado a la música y el amor por nuestras tradiciones, su nueva grabación consta de 14 temas escritos y compuestos por él mismo. En ellos recorre diversas inspiraciones: desde un homenaje a la novela cumbre de Agustín Yáñez Al filo del agua, hasta un himno de lealtad futbolera al Atlas, pasando por las historias mínimas de personajes entrañables que prestan su nombre para título, como don Chilo, un nostálgico anciano de anédcotas en Tapalpa; como Miguel íngel, el niño muerto de intoxicación al caer en las sucias aguas del río Santiago; o también como doña Mariquita, que recogía el arroz de las baldosas tras un casorio.
En la instrumentación contó con la colaboración de amigos músicos como Fernando Quintana y Sheila Ríos, además de Bernardo Ruvalcaba y Eugenio Romero, quienes con la jarana, el acordeón, el violín y la vihuela enriquecen el sabor folclórico de su trabajo. Siempre con un aliento de ánimo y optimismo, las canciones de Paco Padilla buscan —en su sencillez de cuerdas, percusiones y voces tranquilas— inspirar en quien las oye amor al terruño, nostalgia por los días pasados y entusiasmo por los que vienen, como si el candor de los años setenta —en que inició su carrera de cantautor— siguieran en el aire.
