Cuando el amor se acaba

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CHAVOS CON ROPA CLARA ENOJADOS CAROLINA PALACIOS Y FELIX.

Para hablar de divorcio, hay que hablar de matrimonio, comentó la psicóloga Carmen de la Cruz Cortinas, del departamento de Clínicas de salud mental, de la Universidad de Guadalajara, durante la conferencia “La experiencia del divorcio”, realizada en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
El divorcio es tan antiguo como el matrimonio, continuó la psicóloga y expuso además un contexto histórico sobre los inicios de la unión entre hombre y mujer. “En los tiempos primitivos, donde existía el matriarcado, no existía el matrimonio ni las parejas… en la antigí¼edad el matrimonio no se constituía, y las personas tenían relaciones sexuales y no sabían ni quién era el padre de los hijos. Ese fue uno de los primeros motivos”. Comenta además que el significado de la palabra matrimonio, proviene del derecho que una mujer tiene para ser madre de una manera legal: “Es una carga sobre la madre”.
Cuando existió la ubicación de las comunidades, prosigue la psicóloga, llegaron las guerras y las relaciones de pareja iniciaron por el sentido de la posesión, se robaban a las personas…. ésta me gusta y me la llevo. Quienes ganaban territorio se sentían con derecho de poseer a las mujeres que ahí había. Empieza lo que es, con yo elijo a  alguien por voluntad. El matrimonio nace para que se delimiten relaciones de poder y de posesión.

Desde tiempos primitivos
Pero con el matrimonio llegó el divorcio. Comenta la psicóloga De la Cruz Cortinas cómo se han organizado las distintas sociedades para legislar la separación de la pareja. “En América, los aztecas sólo podían tener una esposa y un número determinado de concubinas, las que pudiera mantener. El divorcio existía si un juez dictaba la sentencia. Los hebreos podían renunciar a sus esposas y reemplazarlas por otras, pero si la mujer repudiaba a su marido, tenía que haber un análisis riguroso para saber si existía una razón pertinente para que ella renunciara al matrimonio. En Roma existió el divorcio por mutuo consentimiento hasta el siglo II. En el cristianismo el divorcio era admitido, pero con el tiempo la Iglesia lo rechazó, y en 1563 se impuso la teoría de carácter indisoluble. En Inglaterra se retoma la característica del divorcio en el cristianismo, porque el rey Enrique VIII quería separarse de su mujer”.
En México, tanto el matrimonio como el divorcio han estado ligados a la religión. Aún después de la separación Iglesia-Estado, sigue habiendo influencia religiosa en la sociedad.
Los divorcios en el país han incrementado significativamente en las últimas décadas. Mientras que en 1970 existían tres divorcios por cada 100 matrimonios, actualmente se realiza 13 por cada 100. Este crecimiento, comenta la psicóloga, se debe en gran media a que la mujer está más preparada y acepta cada vez menos el maltrato.

La ruptura
Las causas, comenta el abogado Héctor Armando Murguía Gí¼itrón, de la División de Estudios Jurídicos de la UdeG, van desde la incompatibilidad de caracteres, hasta la violencia intrafamiliar, pero asegura que la más común es el adulterio, que es también la más desgastante, pues es difícil de comprobar y de las más dañinas emocionalmente.
Existen indicadores, comentó el abogado, que basados en los casos estadísticos que se han registrado en el país, se puede calcular que en los próximos años la probabilidad  de que una pareja permanezca casada toda la vida ha caído un 26 por ciento. Un 65 por ciento de las parejas serán infieles a lo largo de su vida de casados. A los siete años de matrimonio, la posibilidad de que exista un divorcio habrá alcanzado un 62 por ciento.Â
Una de las principales razones por las que una pareja termina su relación, comentó el psicólogo Francisco José Gutiérrez Rodríguez, es porque “muchas personas se entregan a una pareja sin compartir un proyecto, y hasta que pasa el efecto del enamoramiento se dan cuenta”.

¿Y los psicólogos?
A pesar de que el divorcio constituye una carga emocional significativa para la pareja y sus familias. El sistema legal en Jalisco no permite la intervención de algún profesional de la salud mental. “Los psicólogos no tienen participación en los divorcios, de manera institucional. Sólo en Aguascalientes, Baja California Sur, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Tamaulipas y Zacatecas, para que se lleve a cabo el trámite, la pareja tiene que compadecer a una entrevista con el psicólogo”, comentó el abogado Murguía.
Concluye el abogado que “el avance en la modernidad, la creciente pérdida de valor sin principios, la crisis económica, el estilo de vida norteamericano y europeo, la mala elección de pareja, el desafío de poder, el machismo, la infidelidad y la insatisfacción sexual, entre otros, serán los antecedentes familiares que incrementen la crisis del matrimonio”.

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