El aumento en el número de los académicos pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores —de 544 en diciembre de 2008 a 605 para enero de 2009, que representa cerca del 40 por ciento de los mil 494 investigadores adscritos a la Universidad de Guadalajara—, es para el doctor Héctor Raúl Solís Gadea, coordinador General Académico de la máxima casa de estudios, un indicador de la calidad y la pertinencia del trabajo de los profesores.
Agrega Solís Gadea que un profesor se puede convertir en miembro del SNI cuando ha desarrollado una trayectoria significativa en términos de su formación académica, de su producción académica con publicaciones o proyectos de investigación concluidos, de su ejercicio docente, así como direcciones de tesis.
Por su parte, para Andrés Valdez Zepeda, profesor del Departamento de Administración del CUCEA y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), este incremento asegura más beneficios como mayor prestigio institucional, la posibilidad de aumentar el ingreso personal como investigador y la capacitación de los trabajadores de la Universidad de Guadalajara.
Son beneficios en cadena. No sólo permite a la UdeG recibir más apoyos financieros por parte del gobierno federal, sino que también hace posible contar con programas educativos de mayor calidad y, por eso mismo, más susceptibles de ser reconocidos por los padrones de excelencia que existen en el país, según el doctor Solís Gadea.
Explica Valdez Zepeda que para la Universidad elevar este número es aumentar la reputación de la máxima casa de estudios, ya que los miembros del SNI son científicos acreditados y certificados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACIT).
En segundo término la SEP determina su presupuesto de acuerdo a indicadores del desempeño del docente y si la Universidad tiene buenos números no sólo en el SNI sino en la acreditación de carreras, indudablemente puede solicitar más fondos públicos de acuerdo a los indicadores del desempeño. Finalmente, los propios miembros del SNI reciben becas económicas de acuerdo a su desempeño que complementa el ingreso de los profesores, elemento motivador para el propio investigador y también evitar la fuga de cerebros a otras universidades, al interior de la República mexicana o hacia el exterior.
Más allá del prestigio que implica ser investigador nacional, significa lograr apoyos económicos y oportunidades para desarrollar proyectos, contar con asistentes, vincularse con otras instituciones, asistir a diversas actividades académicas, así como participar en la gestión de la actividad científica y el conocimiento, a decir de Solís Gadea.
Agrega que el SNI opera bajo mecanismos de evaluación del desempeño académico muy rigurosos y serios, llevados a cabo por evaluadores que gozan de prestigio. Pero no todo es tan fácil, según Valdez Zepeda, el SNI ahora está más estricto, y muchos profesores que quisieron renovar su estancia como miembros este año fueron rechazados y recibieron quejas por internet por la reducción de miembros aceptados. Aunque no fue el caso de la UdeG, ya que ésta incrementó sustancialmente sus números.
El mérito tiene que ver con el trabajo propio del investigador, su aliento personal. Si a esto se le suma que la institución genera las condiciones estructurales para que exista mayor desempeño y apoyo a la investigación, consulta de base de datos, asistir a ponencias nacionales e internacionales.
En definitiva, crear un clima organizacional favorable al desarrollo de la investigación y de infraestructura para que los profesores se puedan dedicar a la investigación y reúnan los elementos requeridos para ser miembros como tener un doctorado, publicar libros o en revistas científicas a nivel internacional con prestigio, impartir clases en posgrados y asesorar tesis a ese nivel también.
Reconoce Valdez Zepeda que pese a que la institución no se fija un número determinado, sí hay un gran esfuerzo para generar mayor número de integrantes al SNI. Todos los centros van sumando esfuerzos, históricamente el CUCSH y el CUCEI han sido los centros con más asociados en las áreas de ciencias sociales e ingeniería, pero reconoce el trabajo del CUCBA y el del CUCEA, que con en el tiempo han desmantelando el paradigma de que las ciencias exactas son más pragmáticas y no de investigación científica.
Anualmente hay convocatorias nacionales donde los profesores estimulados y con una carta de postulación oficial de su institución académica introducen su solicitud individual para ser miembros del SNI. En el caso de la Universidad de Guadalajara la carta de postulación está accesible en tiempo y forma que se requieren.
Con 14 años de experiencia en el Sistema Nacional de Investigadores, Valdez Zepeda solicita aún más respaldo y apoyo en tres ramos: apoyo económico en la creación y difusión del conocimiento. Promover la participación de profesores en México y el mundo. Y se necesita la formación de grupos de investigadores y sus respectivos asistentes.
Para el doctor Andrés Valdez Zepeda, la Universidad de Guadalajara se encuentra entre las mejores universidades a escala nacional pero se requiere hacer un esfuerzo mayor para posicionarla como la universidad más prestigiosa internacionalmente, “la tarea ahora sería que a través de la investigación y el prestigio de la misma ubicar a la UdeG en el ranking mundial”.
El coordinador académico señala que para posicionar a la Universidad de Guadalajara en el circuito mundial de universidades es necesario ir más allá y lograr una presencia constante en publicaciones internacionales, así como alcanzar un prestigio internacional para nuestros programas académicos.