La inercia de la opacidad

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La vieja máxima de “Beber información es poder” continúa vigente, lamenta la Comisionada del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), María Marván Laborde, tras reconocer que si bien en México se cuenta ya con importantes conquistas en materia de transparencia, prevalecen grandes resistencias por parte del poder para entregar información.
“Esa máxima es verdad y ha sido verdad toda la vida”, señaló, “pero también hay que decir que hay cosas que hoy sabemos que antes no había manera de conocer, por ejemplo: hoy las dependencias y entidades de la administración pública federal, los gobiernos estatales, los gobiernos municipales y las universidades públicas, todos tienen que poner en sus páginas de internet información que antes no había manera de enterarnos. Y también la gente puede preguntar, eso en sí es una conquista”.
Por otro lado, admitió que el poder se resiste a entregar información y “muchas veces prefiriera no darla”; opinó, además, que esa situación debe cambiar, aunque para ello se requiere de cambios institucionales y leyes con relación a la gestión documental.
En ese contexto, se pronunció a favor de la creación de una Ley de Archivos, de manera que se refleje el quehacer público: “No tenemos buenas leyes de archivos en el país, mucho menos de archivos administrativos, lo poco que hay en cuestión archivística pensamos que es para guardar la historia y no para vigilar al actuar cotidiano”.
Esa ley de archivos debe ser moderna, dijo, pensando en los archivos vivos y en los archivos históricos. Abundó: “Hay que diferenciarlos, hay que pensar en una ley que incluya los documentos en papel, que desde luego son importantes, pero que también asuma la responsabilidad del documento electrónico para tener control, porque si bien hoy tenemos la gran maravilla de que exista, tenemos que legislar en previsión a eso”.
Su propuesta, aclaró, es que dentro de cada institución haya gente responsable de archivos “que no sea el castigado, que no sea el que mandamos a un sótano; cada unidad administrativa deberá tener un responsable de archivos, deberá tener una estructura; no en términos de recursos humanos sino en términos de recursos técnicos donde sepamos dónde están guardadas las cosas y cómo”.
Para ejemplificar la necesidad de contar con una ley como la que propone, puso un par de casos: respecto al narcotráfico, apuntó que las cifras de muertos que tiene la PGR (Procuraduría General de la República) no son las mismas que tiene la Secretaría de Seguridad u otros organismos. Y también citó la falta de coincidencia entre las dependencias respecto al número de casos registrados por el virus H1N1.
“Y todo eso tiene que ver con la falta de seguimiento y tiene que ver con materia de archivos y con cuestiones de gestión de la información”.
Se requiere poner orden, insistió la Comisionada del IFAI, de manera que se dé un real seguimiento a cualquier tipo de información, ¿quién la tiene?, ¿cómo se organiza?, y ¿cómo se explota para hacer estadísticas?
Por último, comentó que las leyes de transparencia y acceso a la información son herramientas muy poderosas que si bien apenas los ciudadanos empezamos a usar, en la medida que aprendamos a hacer preguntas y a seguir las consecuencias de las respuestas que nos den, pero, además, aprendamos a hacer que cualquier servidor público se sienta y se sepa vigilado, se avanzará mucho en materia de transparencia y acceso a la información.
Por lo pronto dijo, el papel del ciudadano es: “Exigir, exigir y exigir”.

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