Actor y director chicano, Edward James Olmos posee una carrera de más de tres décadas en el cine y la televisión estadounidense. Imposible no recordarlo por su actuación en la película Blade runner (1982), obra maestra de la ciencia ficción, dirigida por Ridley Scott, en la que Edward James Olmos interpretó al misterioso y solitario detective Gaff.
De mirada serena, el actor recuerda este pasaje en su trayectoria y dice sentirse privilegiado. “Provengo de una familia humilde, pero eso no significó un obstáculo para explorar el arte”. Así, con actitud templada, mientras conversamos en el lobby de un moderno hotel de Guadalajara, comenta que mantuvo persistencia y disciplina para obtener éxito.
América es el nuevo filme que protagoniza Edward James Olmos, al lado de la actriz puertorriqueña Lymari Nadal. La producción aborda la vida de una joven mujer y su hija, personajes extraídos de la novela escrita por Esmeralda Santiago, que enfrentan un crudo destino en Nueva York. Como hijo de inmigrantes mexicanos, Edward James Olmos conoce las dificultades a causa de la discriminación y abuso de poder que enfrenta la comunidad latina en Estados Unidos.
Entre sus trabajos más significativos se encuentran Stand and deliver (1988), película por la cual fue nominado al premio Oscar y, American me (1992). Ambas historias establecen desde diferentes perspectivas la situación que atraviesan los inmigrantes y sus descendientes.
En América tenemos la oportunidad de observar a una mujer de origen puertorriqueño que adquiere la ciudadanía estadounidense. No obstante, su relación con el poder resulta complicada. “Los inmigrantes tienen que luchar por su integridad y estima propia. El dinero permite tener comodidad, pero cuando compartes más que riqueza, es cuando comienzas a entender verdaderamente tus alcances como persona”.
Edward James Olmos lleva sus convicciones más allá del cine: “Estuve en la cárcel por tomar parte en las protestas contra las prácticas de bombardeo de Estados Unidos en la isla de Vieques, en Puerto Rico”.
El actor, que llevó a la pantalla la vida del maestro boliviano Jaime Escalante, encabeza desde hace unos años la fundación Latino Public Broadcasting. Se trata de producciones que examinan las culturas latinoamericanas. A través del documental y las historias de ficción, la fundación aborda las manifestaciones artísticas de diferentes comunidades, dice Edward James Olmos.
Al preguntarle sobre los problemas de pobreza y violencia que padece México actualmente, opina: “Es una verdadera tristeza. Quien está dentro de esto sólo lo hace por poder”. Agrega: “Los gobiernos de cualquier parte del mundo se aprovechan de las personas. En México la pobreza aumenta cada día y la población continúa sacrificándose. La situación tiene que detenerse. Para el pueblo es mejor morirse de rodillas. Eso nos han dicho por años”.
Para Edward James Olmos, el cine que se produce en Latinoamérica, vive un momento inmejorable: “Lo mejor que he visto últimamente proviene de los directores latinos. Por ejemplo, la película Hermano, ópera prima del director Marcel Rasquin, es una cinta increíble”. Sobre las producciones mexicanas, comenta: “El cine de México está en constante crecimiento, como en su época dorada”. Edward James Olmos considera que directores mexicanos como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñarritu poseen un trabajo de calidad. “Se llevan el premio”.
Las actuaciones de James Olmos en televisión le han otorgado reconocimiento a escala mundial. Por su papel del teniente Martín Castillo, en la serie Miami vice, recibió un Globo de Oro y un Premio Emmy. Su papel más reciente fue el almirante William Adama, en la serie de ciencia ficción Battlestar galáctica. “Es el mejor uso de la televisión en mi carrera. En este trabajo se abordaron temas importantes, vigentes, desde la resistencia hasta el terrorismo”.
Respecto a la huella que dejó el maestro Jaime Escalante, Edward James Olmos dice: “Ayudó a miles de pequeños a desarrollarse íntegramente en las matemáticas. En sus últimos tiempos logró instruir a doscientos cincuenta alumnos por año. Interpretar parte de su vida en el cine significa uno de mis mayores recuerdos”.