La violencia puede ser una motivación para dar sentido a la vida. Por lo menos es lo que piensan los protagonistas de esta historia. Ubicada en Dinamarca, la película explora la complicada relación entre una pareja de adolescentes encerrados en un ambiente de frustración, en una encrucijada que limita las esperanzas de un futuro mejor. Producción dirigida por Susanne Bier.