Realmente indigna que a meses de que asfaltaron la calzada Lázaro Cárdenas, por sus laterales entre la carretera a Chapala y el nodo Revolución, en Tlaquepaque, hayan aparecido otra vez los baches. La indignación recae en tres puntos.
El primero: porque no es posible que haya gastado el gobierno municipal de Tlaquepaque millones en asfaltar este tramo y en las primeras lluvias del temporal estén dañados. ¿Qué empresa realizó esta obra, que hizo semejante trabajo de nula calidad? Y si el gobierno municipal avaló este trabajo tan corriente en calidad, ¿quién revisó la calidad de la obra y dio el visto bueno para que les pagaran a estos constructores malhechos?
El segundo: las máquinas y personal de la constructora bloquearon dos carriles y produjeron un verdadero caos vial en este tramo, en que vehículos pesados, transporte público, coches medianos y chicos, se envuelven en una completa anarquía al tratar de pasar primero que los demás, dejando la palabra “respeto vial” para otra ocasión.
El tercero y último: los vecinos de la zona tenemos que rodear hasta varios kilómetros y hacer malabares automovilísticos por algunas calles para evitar caer en el pantano vial.