“Estos trabajos tienen que ver con nuestra historia como país, como región, con nuestras historias locales y personales; te vinculas con las piezas de manera muy cercana”. Así se refiere Viviana Kuri, directora del Museo de Arte de Zapopan (MAZ), a la exposición que se inauguró el viernes 13 de mayo en ese recinto, y que lleva por nombre Atopía. Migración, legado y ausencia de lugar, en cuya curaduría, que estuvo a cargo de Daniela Zyman, colaboró, y que presenta obras que pertenecen a la colección Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21).
La exposición justifica su nombre mediante la definición del término atopía desde el sentido de algo “fuera de lugar, algo imposible de clasificar”, pero sin dejar de lado su uso tradicional que lo lleva a “la otredad, la diferencia, la expulsión y la exclusión, al igual que una referencia a lo inefable, lo prístino y lo absoluto”, y desde donde los artistas implicados llevan a cabo “un cruce de fronteras sociales, nacionales y culturales”. Y con esto, también, dice Kuri, se reflexiona sobre la identidad a partir de un punto de vista personal con el que se trastoca el concepto de migración, porque los artistas están más allá de clasificaciones regionales o temáticas, pero “sí hay una gran riqueza y contenido que trabajan desde sus localidades y orígenes, reinterpretándolos para darle identificación universal”.
La TBA21 es una institución con sede en Viena, fundada en 2002 por Francesca Von Habsburg, y que pretende difundir el arte por todo el mundo. A través de una selección de su colección, que pone énfasis en artistas latinoamericanos, es que se realiza por primera vez en América, de acuerdo a tales características.
Por ello, Kuri dice que ya se planea que la exposición sea “exportada” una vez que termine su periodo en el MAZ, ya que el resultado del proyecto que se hizo especialmente para este espacio ha sido bien recibido, y así tal cual, manteniendo el concepto, será llevado a países latinoamericanos, entre los que se contemplan Ecuador y Guatemala, para reconocer la labor que el museo puso en su desarrollo.
Von Habsburg dijo que “encontramos en el MAZ a un colaborador perfecto y creemos que Zapopan es el lugar indicado para nuestro debut en el continente americano. En los últimos años, Guadalajara ha experimentado un renacimiento cultural a manos de una generación de jóvenes artistas contemporáneos, junto con galerías y coleccionistas que están convirtiendo a la ciudad en uno de los núcleos más interesantes de la cultura en América Latina. La dinámica de este lugar encaja a la perfección con la manera en que TBA21 opera, al estar presente directamente donde se produce el arte contemporáneo”.
La exposición está compuesta por más de 20 obras que echan mano de la escultura, la instalación, el video, la fotografía, la pintura y el dibujo para mostrar su narrativa. Entre ellas se encuentra “Yo deseo tu deseo”, de Rivane Neuenschwander, que “juega con las ideas de transportabilidad e intercambiabilidad de los símbolos culturales. Los listones para pedir deseos que se usan tradicionalmente para los viajeros que visitan la iglesia del Señor Bomfim en San Salvador de Bahía, Brasil, se han convertido en un símbolo de la cultura joven en todo el mundo”.
También se cuenta con la revisión que de los tótems y las muñecas kachina de los indígenas norteamericanos hace Brad Kahlhammer, combinándolos con el rock y la cultura del Bowery de Nueva York; la obra “Staircase” del artista coreano Do-Ho Suh, que es una réplica a escala del primer departamento en que vivió en Nueva York, hecha de “un diáfano poliéster rojo”, que se convierte en “espacio liminal de memoria”; “Bomba petrificada” de Allora & Calzadilla, en la que están “en juego procesos de sedimentación cuando una bomba de gasolina abandonada parece haberse vuelto piedra, a partir de caliza rica en fósiles”, e “Historia de los peces” de Allan Sekula, que “tematiza la historia y la tradición del espacio marítimo como la geografía imaginaria y actual del capitalismo avanzado”.
