La imagen infiel

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Con el proyecto La Zona Invisible. Piezas para tratar de explicar el arte, a exhibirse en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Guzmán dice que plantea una suerte de “ciclo de vida del arte”. A partir de obras pictóricas originales que existen en algún museo, se hacen reproducciones en posters o libros, a través de los cuales la mayoría conoce las pinturas, y aunque así forman parte del imaginario, “al mismo tiempo el original empieza a morir, porque son pocos los que pueden verlo directamente”. Estas imágenes, más asequibles y baratas, Guzmán las retoma y prácticamente las destruye al dejarlas en un mero papel arrugado y aplastado, que luego en su estudio vuelve a extender para “revivirlo” y tomar una fotografía, y así crear una nueva pieza, que reinterpreta la imagen original de la obra. Así —dice Guzmán— se pone en evidencia “esa zona invisible por la que pasan las obras de arte para convertirse en tal”, y que recupera de una frase de Octavio Paz respecto a cómo nacen y mueren las obras de arte.

Además de ello, señala que intenta “digerir y entender las piezas que estoy matando”, y lo hace a través de crear un dibujo por cada una de las fotografías del proyecto, por lo que al final la exposición consta de 62 piezas que doblemente se miran.

Respecto a si esta exposición es una crítica al consumismo en el arte menciona que hay “mucha ironía en el proceso”, porque tan sólo de inicio “nadie sabe una definición absoluta de lo que es el arte”, ni hay reglas fijas a pesar de los estudios estéticos y sociales de ello, y esto es como “caminar sobre hielo delgado”, y este proceso habla en gran parte de la no fidelidad de las reproducciones que en general se hacen de obras artísticas.

Sobre la posibilidad, en la percepción del espectador, que pueda sufrir cambios luego del proceso de reproducción y reinterpretación de la obra original, cree que “definitivamente hay una pérdida, y sé como fotógrafo que nada es fiel, porque siempre se tiene una idea distorsionada de lo que vemos, por el medio mismo”, y refiere que “además técnicamente es casi imposible ser fiel”, porque quienes reproducen “caen un punto subjetivo”. Y si hay una transfiguración de lo pictórico a lo fotográfico, Guzmán dice que él utiliza la fotografía como una herramienta, y así se convierte “en otra obra de arte”.

Respecto a sus intenciones como fotógrafo, apunta: “Me gusta mucho cuestionar el medio, y trato de que todos mis proyectos hablen de la foto misma”, y su mayor interés se encuentra en el espacio que conforma su visión artística, por la manera en “que nos transforma y lo transformamos”, y donde la luz se vuelve el principal protagonista. Agrega que también busca que su trabajo “responda a algo social, sino no le vería mucho sentido”, y en este caso, espera que el efecto que pueda causar su exposición en el espectador es que “se pregunte si son o no obras de arte y el porqué de ello”. 

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