Conservar un hogar para peces jóvenes

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JMM011 140424 LOCAL ACUICULTURA COMO NEGOCIO

Uno de los elementos que es necesario que tengan en cuenta los programas de manejo y protección de la biodiversidad de las zonas costeras, es el espacio y las condiciones en las que se desarrollan sus especies. Precisamente por ello, Gaspar González Sansón, profesor investigador del Departamentos de Estudios para el Desarrollo Sustentable de la Zona Costera del CUCSur, y su equipo de trabajo conformado por profesores y alumnos de la carrera de Biología Marina, estudian desde hace tres años la laguna de Barra de Navidad como un área de crianza de peces costeros, con el objetivo de ofrecer recomendaciones para que “los que toman las decisiones, puedan tomarlas lo más informados posible”.

En muchas lagunas de México se han realizado investigaciones sobre peces marinos jóvenes, especialmente en las amplias zonas costeras del Golfo de México y el Golfo de California, pero en lo que respecta a la laguna de Barra de Navidad —reconocida como Sitio Ramsar, una convención internacional para la protección de los humedales en cuanto zona de importancia natural— existía un vacío de información que, dadas las condiciones complejas de subsistencia de las especies que en ella habitan y su importancia para el comercio y la ecología, era una omisión importante. Además, la investigación debe considerar diferencias con otros sistemas lagunales del país, como el hecho de que ésta es “una zona seca, de subducción, donde la plataforma marina es muy breve”, explicó González Sansón.

El muestreo para la investigación busca corroborar hasta qué punto la laguna es una fuente de alimento y refugio para peces en etapa juvenil, “y hemos podido verificar que, en efecto, es un área fundamental para una buena cantidad de ellos, pues juega un rol importante como área de crianza”, aseguró. Habitan la laguna en grandes cantidades peces de importancia comercial, como algunos pargos —especialmente el alazán—,  jureles o robalos, muy consumidos por la población local, pero también otros que desde el punto de vista lucrativo no parecen ser tan importantes aunque juegan un papel ecológico fundamental.

Entre los hallazgos de la investigación está que hay más de 22 especies importantes que se encuentran en grandes cantidades siendo todavía muy pequeños —como los jureles, que en la edad adulta pueden llegar a pesar más de 5 kilos— y que buscan áreas como éstas para desarrollarse, porque en ellas encuentran menos depredadores y más alimento. Son especies que desde el punto de vista ecológico juegan un rol fundamental en un sistema de conectividad de hábitats costeros, es decir, que su ciclo de vida es complejo, puesto que no sólo viven en el mar abierto, sino que transitan por distintos ambientes.

La laguna cobra ahora un valor mayor en tanto que, además de ser un área de subsistencia, es también de crianza y no solamente de peces, sino de jaiba y camarón, que más tarde se reproducirán y desovarán en el mar.

Entre las principales amenazas que afectan a los peces de la laguna de Barra de Navidad están la contaminación, que puede generar afectaciones en edades tempranas y después producir que no se desarrollen adecuadamente, y el fenómeno que está directamente vinculado al incremento de la sedimentación en la laguna. Éste es provocado, principalmente, por recibir a través de las aguas del río Arroyo Seco o el Marabasco sedimentos que recogen a su paso de la cuenca, donde históricamente se ha ido modificando la vegetación natural, que ha pasado de ser zona selvática a áreas de agricultura o de ganadería, lo que hace que se incremente la erosión del suelo y provoque un aumento en los sedimentos que llegan a la costa y que rellenan la laguna.

Así, en la medida en que la laguna se va saturando, van desapareciendo zonas completas que eran áreas perfectas para la crianza de peces costeros, lo que de continuar sucediendo haría desaparecer una fundamental área para esta actividad. “Nos parece un resultado importante, porque es un aspecto más que da un gran valor a la laguna, que ya presta muchos servicios ecológicos y turísticos”, aseguró González Sansón, quien agrega que esta investigación contempla ofrecer relevantes observaciones para futuros planes de manejo y conservación en la región.

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