Futbol corrupto

    1302

    Ahora que el FBI y la agencia tributaria de Estados Unidos desvelaron la acción legal contra nueve directivos de la FIFA y cinco empresarios implicados en una trama de corrupción que duró 24 años, y diseñada para enriquecerse con el futbol, supongo que habrá limitados argumentos para sostener que el balompié mexicano es “muy honesto”, como gritan los jilgueros televisivos. Las autoridades norteamericanas informaron que en total fueron presentados 47 cargos contra los acusados, que incluyen sobornos, chantajes, fraude y conspiración para el blanqueo de dinero. Entre los acusados se encuentran Jeffrey Webb y Jack Warner, actual y antiguo presidente de la Concacaf, la confederación que representa a la FIFA en América del Norte, Central y el Caribe. El fraude asciende a 150 millones de dólares, bajo la forma de pagos ilícitos para la obtención de contratos vinculados a los derechos internacionales de los torneos y promoción. De esa cifra, 110 millones corresponden a la Copa América Centenario. Los agarraron en una junta donde no asistió el presidente de la FIFA, Joseph Blatter. Dicen los enterados que a los representantes de México ante la FIFA les dieron el pitazo, motivo por el cual el grupo de los dueños cesaron a Justino Compean como presidente de la Federación Mexicana de Futbol. Sin embargo, las acusaciones de corrupción en el futbol, por ejemplo en el amaño de partidos, siempre han estado presentes. El nivel de corrupción varía según el país, y puede implicar a jugadores, agentes y equipos. Aquí algunos ejemplos: en la temporada 2005-2006 fueron destapados varios escándalos de corrupción futbolística, como el del árbitro alemán Robert Hoyzer, en la Bundesliga y Edilson Pereira de Carvalho, en Brasil. En 2006 saltó a la luz uno de los escándalos de corrupción más notorios del futbol mundial, el de la Serie A italiana, en la cual cinco clubes fueron sancionados por amañar partidos. El auge de las apuestas futbolísticas en internet ha supuesto una nueva fuente de corrupción, ya que árbitros, jugadores y entrenadores pueden apostar de forma anónima utilizando a personas interpuestas y luego influir en los resultados con su actuación en el campo. Otra fuente de corrupción en el futbol es el dopaje. Aunque generalmente las acusaciones son dirigidas hacia jugadores concretos, se sospecha que existen redes organizadas que nutren a los médicos deportivos con nuevos productos dopantes no catalogados o indetectables con los medios actuales. ¡Ah!, pero los jilgueros televisivos son muy puntuales: “El futbol mexicano es muy honesto”. ¡No, pues sí!, pregúntele a Leones Negros cómo le fue por no firmar contrato de exclusividad televisiva con el duopolio.

    Artículo anteriorDiseño Industrial con impacto social
    Artículo siguienteVotos contextualizados