La ética no puede cambiar en su aspecto filosófico, sino en los nuevos retos y situaciones que enfrenta de acuerdo con los avances de la ciencia y la tecnología. Muchas sociedades, por ejemplo, prohibían en el pasado que las mujeres abortaran. Era antiético ese tipo de procedimientos porque iban contra la vida, y los médicos eran formados para preservarla.
Sin embargo, si una mujer embarazada tiene zika, podría tener un hijo con microcefalia, trastornos psicomotores severos y cortas expectativas de vida. En esos casos, la Organización Mundial de la Salud recomienda que estas mujeres tengan las facilidades, si así lo desean, para abortar, afirmó Jaime Federico Andrade Villanueva, rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
Dijo que los retos que enfrentan los profesionales respecto de la ética radican en la atención y el tratamiento de los pacientes, elegir lo mejor para cada uno y en cuanto a los investigadores, hacer estudios bien diseñados, no manipulados, que puedan obtener otro tipo de resultados.
Después de inaugurar el I Congreso Mexicano de Filosofía, Epistemología y Metodología de las Ciencias de la Salud, que tuvo lugar en el auditorio de Fisiopatología, Andrade Villanueva explicó que los aspectos éticos de la profesión médica tienen que ver con la conducción apropiada del ejercicio de la misma y según los conocimientos adquiridos para la atención de las personas, utilizando siempre las mejores estrategias, los mejores métodos, las mejores prácticas y un sentido humano.
Andrade Villanueva destacó que en las universidades, tanto en el pregrado como en el posgrado, existe una fuerte formación de tipo metodológico, filosófico y ético, tanto en la docencia y la enseñanza de la atención como en las actividades de investigación. Por lo tanto, la ética profesional inculcada en las universidades no está ajena a lo que encontrarán los médicos en el campo profesional.
José Trinidad Padilla López, académico de la UdeG y quien impartió una conferencia sobre identidad universitaria, definió a la ética como el apego a valores de rectitud en el ejercicio profesional. Los profesionistas, sobre todo aquellos cuyo ejercicio puede tener consecuencias individuales o sociales, deben observar rectitud en su desempeño.
Destacó la importancia de la actitud y el apego a lo que la propia profesión establece como principios deseables en el ejercicio de la profesión.