Un oficio para el público

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Pese a la gran cantidad de artistas y gestores culturales que se dedican a este ancestral oficio en nuestros días, los narradores orales de Jalisco no han logrado consolidar sus tareas más que de manera individual. La narración oral hoy tiene dos sentidos importantes y que constantemente se contraponen: para algunos es un acto escénico, otra forma de espectáculo, y para otros se trata de una simple herramienta lúdica para incentivar y promover la lectura de las grandes obras. Sea como fuere, hoy sus más grandes plataformas son las librerías, mediante presentaciones organizadas por las editoriales y que, si bien ha funcionado hasta ahora, no ha logrado ir más allá.

Para Yademira López Barragán, gestora cultural y narradora oral con más de quince años de experiencia, los narradores orales o cuentacuentos han sido minimizados por las instituciones, debido a que la figura de este oficio no está determinada del todo. Cada narrador ha desarrollado su propia manera de hacer las cosas, con escenografía o sin escenografía, con varias voces, en la radio, con textos propios o clásicos.

“El auge de los cuentacuentos es reciente; muchos de quienes nos dedicamos a esta labor nos hemos quedado aquí, en la ciudad, porque de alguna manera hemos encontrado chamba por nuestra cuenta, y somos fuertes quizá porque somos muchos, pero a fin de cuentas ninguna institución gubernamental nos ha reconocido realmente, quizá por sus cortas estancias en el poder. Han invitado a festivales a grupos del centro del país, pero han desdeñado a quienes estamos aquí desde hace mucho tiempo, a nuestros saberes y a nuestras técnicas, y tenemos que vérnoslas por nuestra cuenta”.

Varios intentos se han realizado para consolidar esta práctica a través de los años; en este sentido, López Barragán considera una tarea importante homogeneizar los discursos y establecer con claridad la figura del narrador oral. Uno de los intentos antes mencionado es el Manifiesto Tlaquepaque, un documento que se realizó en 2011 a través de un festival de artes llamado Caleidoscopio, que dentro de sus actividades realizó el Encuentro de Narradores Orales en ese municipio, los días 2 y 3 de junio. Varios profesionales de la narración oral se reunieron para hablar de este oficio y establecieron diez puntos a tomarse en cuenta para su desarrollo: bases, definiciones deontológicas, recomendaciones éticas y otros puntos.

Ana Isabel Cuevas Pulido, con diez años de experiencia como cuentacuentos y quien participó en la redacción del manifiesto, dice que “no eran una serie de reglas, sino de sugerencias para realizar el oficio”. López Barragán, por su parte, aunque reconoce que fue un intento único y con objetivos claros, rechazó la invitación a participar en él, pues no se sentía identificada.

Actualmente, el Manifiesto se encuentra casi en estado de abandono y no se han realizado modificaciones o reflexiones en torno a sus puntos.

Ahora otra iniciativa nace dentro de las entrañas de la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola (BPEJ), en lo que será un nuevo intento por reunir a los teóricos más importantes sobre la narración oral en Jalisco. El Encuentro de narradores orales 2016 es organizado por Margarita Martínez Vera, quien comenta: “No hay una comunidad sólida de Narradores Orales. Cada uno se ha dedicado a trabajar por su cuenta en sus propios espectáculos, en sus puntos específicos y con sus públicos. Durante estos cinco años no han interactuado entre ellos de manera formal. Hay comunidades muy fuertes en el resto del país, pero aquí en Guadalajara no”.

Martínez Vera cursa en la Universidad de Guadalajara una maestría en Gestión Cultural, y su objeto de estudio es la tradición de la narración oral en el estado; después de entrevistar individualmente a varios narradores, su solución parece simple: lo que Jalisco necesita para consolidarse en estas prácticas, en comparación con otros estados o países, es lograr agrupar a todos los narradores por un bien común. Pero es complicado.

Como creadora, Cuevas Pulido prefiere dedicarse de lleno a su propuesta creativa y no agremiarse con otros narradores: “Me parece peligroso y lo haría sólo bajo los términos de buscar un bien social común, y que las conclusiones a las que lleguen sean justas y no busquen saciar los lujos de los artistas. Luego esos gremios terminan estableciendo formas con las que no estoy de acuerdo, como los precios o las cualidades estéticas, que terminan dejando al espectador, quien va a escuchar las historias, en segundo término”, comenta.

Este encuentro en la BPEJ busca que varios expertos de Jalisco dialoguen respecto a la situación actual de los narradores orales, y juntos encuentren caminos para devolverle a este oficio el valor que merece, ya sea como una actividad escénica o como una herramienta para incentivar la lectura: “Creo que a lo que tendríamos que aspirar en estos encuentros es a la creación de estrategias, sí como gremio, pero que nos hagan más visibles, que propongan un vínculo con las instituciones gubernamentales y homologuemos los discursos. Se me ocurre, por ejemplo, que hagamos un directorio de narradores, en que validemos las trayectorias e identifiquemos las cualidades”, comenta Yademira López, y agrega: “También será el momento de preguntarnos si los puntos del manifiesto siguen vigentes y cómo podemos integrarlos a la actualidad. Jalisco es un semillero de narradores y es hora de encontrarnos ahí con las nuevas generaciones”.

En su caso, Cuevas Pulido afirma que la respuesta a los conflictos que se han dado entre quienes se dedican a la narración oral es “respetar las distintas formas en que cada artista hace las cosas y reconocernos en todas ellas, pero sin perder de vista que nos debemos a una causa social que va mucho más allá de cuestiones estéticas o económicas, y que es la razón por la que el narrador se ha posicionado: las necesidades de la lectura; son ellos, los que están en el público los más importantes y en los que tendríamos que pensar primero”.

Encuentro de Narradores Orales 2016
Cuentacuentos, promotores de la lectura, uno de ellos del Programa de fomento a la lectura de la UdeG Letras para Volar, teóricos, gestores culturales y, en general, quienes se han involucrado en este oficio, se encontrarán para debatir, compartir ideas y comparar sus técnicas los días 21 y 22 de julio en el 5° Piso de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola, y para cerrar con broche de oro los días 23 y 24 de julio  algunos narradores asistentes al encuentro estarán compartiendo historias y cuentos con el público general en el 1° Piso en el área de Cuentacuentos de la biblioteca. La entrada para ambos espacios será libre, pero con cupos limitados, en horarios de 10:00 a 14:00 horas.

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