La Escuela Urbana número diecinueve ubicada en el centro de Guadalajara, alberga dos murales del joven pintor Obed Calderón, estudiante de la licenciatura en Artes Visuales para la Expresión Plástica de la Universidad de Guadalajara.
Su primera obra bautizada como “La reconstrucción”, la realizó como parte de su servicio social mientras que “La búsqueda” —su segunda obra, inaugurada el pasado lunes—, fue a petición de los padres de familia.
El mural pintado al fresco en el laboratorio de cómputo de la escuela, aborda temas como la tecnología, comunicación, equidad, libertad e inclusión.
“Había que pensar en lo que quería proyectar a los niños que en este caso son el principal público, quería generar un proceso de reflexión”, explicó el pintor de veintiocho años, originario de Reynosa, Tamaulipas.
En su trabajo Obed Calderón se preocupó por utilizar materiales de productores locales, por lo que la cal empleada fue de las caleras de Tlajomulco, los pigmentos de Tlaquepaque y la marmolina de Guadalajara.
El estudiante de la Universidad comenzó a pintar desde los quince años en su ciudad natal, se desempeña en distintas técnicas y formatos, pero incursionar y destacar en el muralismo se ha convertido en su mayor propósito, ya que para el significa trascender en el tiempo como lo han hecho Siqueiros, Rivera y Clemente Orozco.
“Los pintores mexicanos y el arte mexicano en general me parecen una cosa heroica, son héroes de la cultura, son personas que han posicionado a México en lo más alto”.