Debate feminista cara a cara

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Debatir, discutir, dar conferencias que abran un debate donde haya preguntas, que inviten a la lectura sobre lo que ha recogido la lucha feminista, es uno de los propósitos con los que la antropóloga y catedrática Marta Lamas visitará el Centro Universitario de los Lagos (CULagos) este miércoles 15 de noviembre.

Lamas, quien desde 1971 participa de manera activa en el movimiento feminista, impartirá  la conferencia magistral “Feminismo y postfeminismo” en la Cátedra Sergio Pitol.

Con la ferviente convicción de que desde la academia se pueden generar importantes espacios de debate y discusión sobre los distinto feminismos, lo que falta y lo que se ha hecho en favor y desde el género femenino, es como la académica del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) provocará la discusión.

“En general en México no hay debate público, ni de feminismo ni de muchas otras cosas; tenemos el problema de que se ha ido generando una idea de que las feministas luchan sólo por las mujeres, que sólo están interesadas en la violencia hacia las mujeres, cuando los hombres también viven mucha violencia y eso genera mucho rechazo también”, comentó Lamas.

Entre las distintas tendencias del feminismo mexicano, como las feministas socialistas, feministas radicales, feministas lesbo-terroristas; reconoce el que mayor protagonismo ha tenido en el país es el que ella llama  “mujerista”, donde se promueve un discurso centrado en las mujeres, donde los hombres se sienten excluidos.

“Existe una distorsión mediática, son pocas las personas que tienen la disciplina de leer sobre lo que se ha recogido sobre el feminismo para ver lo que realmente se plantea desde las corrientes feministas, hay una idea falsa sobre que el feminismo sólo se preocupa por las mujeres, de que todas son víctimas, de la violencia de género y eso a la larga ha generado una resistencia”, agregó.

Convencida de la capacitación y la enseñanza para incorporar la perspectiva de género y la equidad desde las comunidades indígenas hasta las esferas altas del poder, Lamas fundó en 1998 el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir. Con esa experiencia, la académica reconoce la fuerza inminente de un cambio social desde conciencias preparadas.

“El feminismo no va a empezar entre las campesinas y entre las obreras, sino que va a empezar entre las universitarias. Que en este momento puede haber obreras y campesinas feministas sí, hay muchas que hacen trabajo en comunidades rurales. Pero una cosa es luchar por la sobrevivencia y otra es tener tiempo para leer, para reflexionar y debatir políticamente; el feminismo como postura política no es algo que solamente sea para una clase social”, reconoció.

En el trabajo de la despenalización del aborto, que en la Ciudad de México tiene nueve años implementándose de manera legal y gratuita, destaca en el camino que llevó a concretarse el apoyo de hombres comprometidos con el feminismo así como los encuentros cara a cara, situación que, opina, con las redes sociales se dificulta darle un rostro real a la opinión y luchas sociales.

“Cuando la gente se reúne a hablar, si quieres aportar a una lucha social te reúnes con quienes trabajas o vecinos, para discutir la política y ver la manera de poder presionar a tus representantes políticos, y eso requiere reuniones, organización; puedes llamar y citar a la gente, pero la discusión requiere un trabajo en grupo y una mínima organización en distintos tipos de grupo”, comentó.

El postfeminismo, una realidad para un sector social

Hablar del posfeminismo en México para Lamas es una realidad, ante la desigualdad económica y racial, donde existen mujeres, principalmente de clases por encima de la media, universitarias, autoempleadas, empresarias, que “no están viendo para abajo, sino que están viendo por ellas mismas, apoyadas por el entorno mediático que apoya esa visión. Son chicas que tienen mayor libertad sexual, las de más de treinta que están trabajando, son independientes económicamente y tienen la idea del empoderamiento de las mujeres, como si empoderarse fuera lo mismo que emanciparse, que no es lo mismo”, comentó.

“Sí hay un fenómeno que se llama postfeminismo —abunda— que hay que revisar en el sentido de que no es tan cierto, porque hay una serie de cosas que parece que se han ganado pero que igual también se pueden perder con un cambio político, por ejemplo quienes en ese momento están viviendo libertad sexual y que por lo menos en la Ciudad de México tienen acceso legal a la interrupción del embarazo, puede cambiar el próximo sexenio”.

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