Eran las 8:50 de la mañana del sábado cuando Dominic Chávez Morelos llegó al Conjunto de Artes Escénicas, no había mucha actividad y decidió empezar la fila con su sombrilla bajo el sol. Él fue uno de los jóvenes que tuvo la oportunidad de asistir a la primera Master Class impartida por el cineasta tapatío Guillermo del Toro en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 33).
Dice que quizás no es el más grande admirador de quien hace sólo unos días recibió el Oscar como mejor director, pero le gustan sus películas y en especial que se mantiene fiel a su estilo, a sus historias de monstruos y fantasía.
Fue unos minutos después de las cuatro de la tarde cuando Guillermo del Toro, con la sencillez y sentido del humor que lo caracterizan, llegó dispuesto a compartir con los asistentes su historia, esa que va de Geometría (1987) a La forma del agua (2017).
Primero, en una charla con un moderador donde narró su trabajo con La forma del agua, explicó que la primera encarnación de la película era en blanco y negro y muda, pero agregó que la realidad es que en blanco y negro le parecía una cosa postmoderna y autorreflexiva, y no quería que lo fuera.
“Todas las películas que hago me gustaría que se pudieran entender sin diálogo, con el color, actuaciones, la luz. A mí me preocupa que la discusión del cine ha cambiado mucho, para mí es importante agarrar un argumento súper básico, no es el qué sino el cómo, y rara vez se discute el cine en términos plásticos, todo lo que debería discutirse a fondo en una película no se discute”.
La charla continuó con la participación de algunos de los mil ochocientos asistentes que no escatimaron en expresarle su admiración, orgullo, dudas y darle algunos obsequios, hubo quien incluso lo postuló para formar parte de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, a lo que el cineasta contestó que preferiría ir a los churros de la “La Bombilla”.
Les explicó que el cine y el argumento es aquello que se sostiene con fe, estilo y huevos, y que considera que de la adversidad también se aprende y que cuando puedes hacer cine en México, puedes hacer cine en donde sea.
“Nuestro oficio es evolutivo y deben tener resistencia, la mitad de la realidad es tangible y la otra mitad es lo que decides hacer, no te debes dejar vencer, nos toca construir las cosas que puedan ayudar. Creo que lo único que uno deja de valor es un camino, con el tiempo lo que hacemos se pierde, pero lo que uno arma se queda, lo importante es el camino que dejas”.
Compartió que lo más importante de ganar el Oscar es haberlo logrado con una película descabellada, con una combinación de géneros, rara, surgida de la tripa más profunda: “Eso lo más bonito”.
La Master Class de hoy lunes 12 de marzo tendrá como sede el Auditorio Telmex, a las 18:00 horas.