Irónicamente, cuando hay mucho que discutir, el pintor Juan Bastardo titula “Sin más que decir”, a su nueva exposición. “Más que un proyecto en sí, es un ejercicio de exploración e indagación acerca del color, tratando de definir un sentido histórico del color, de significación del color y la alquimia del color”, así describe el artista plástico a esta muestra que se inaugura el próximo 7 de junio en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA), en colaboración con el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD).
El interés de Juan Bastardo por reformular a la pintura desde una nueva materialidad, lo ha llevado a trabajar con propuestas multidisciplinares que, influenciadas por el imaginario colectivo, integran un discurso social y político.
Señala que el sentido histórico, la significación y la alquimia del color son tratamientos comunes en el ejercicio de la pintura: “Este es un ejercicio de indagación pensando en los soportes, también sus herramientas, procesos y las metodologías que tiene el lenguaje del color. En una generalidad es lo que aborda: su experimentación, cercanía para establecer vínculos de comunicación, tomando en cuenta un pensamiento más crítico hacia los objetos creados a partir del color”.
Tus reflexiones estéticas analizan a las experiencias locales y globales de la contemporaneidad, así como a las implicaciones históricas y existenciales de los objetos artísticos…. ¿Qué tipo de experiencias e implicaciones son analizadas en esta muestra?
El ejercicio de la pintura. Estamos en una localidad que es asidua a la pintura como medio artístico, esa parte es esencial dialogarla y establecer puntos de debate, en consideraciones de lo global. De pronto se ve un replanteamiento de la pintura como ejercicio desde lo artístico y cómo en esta visión más globalizada se definen ciertas cuestiones de contradicción.
“Me interesa establecer un punto crítico —amplía su idea—, por eso hablo del diálogo, del debate, de la reflexión. No sé si una reinvención de la pintura, porque eso es muy complicado, pero sí un replanteamiento de lo que hoy habla la pintura, y cómo se establece como vinculo la percepción del color y como lenguaje, como parte de un marco semántico y una estructura clara de comunicación e impresiones sensibles”.
Esta exposición, basada en una colección de ciento diez piezas, cuenta con el trabajo curatorial de Juan Antonio Tun Naal, con quien Juan Bastardo estuvo en diálogo. La obra presentada va desde el trazo en tela directa en crudo, puretanos, acríilico o látex, entre otras.
“La mayor parte de mis indagaciones fue a través de la alquimia del color, y pensando en esos parámetros de los cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, era necesario emplear esos procedimientos donde se encuentra la incidencia de esos cuatro elementos. Más allá que la obra hablara por sí sola para decirme qué técnica usar en cada pieza, se trató de cuáles efectos quería yo causar a partir de ciertos materiales para establecer estos objetos”.
La primera formación de Juan Bastardo fue el diseño gráfico, luego pasó a las artes y a la música. Posteriormente se ha dedicado a la pintura.
“En 1998 llego a este Museo de las Artes, cuando lo dirigía Carlos Ashida, y tengo un encuentro con nuevas formas de dialogar, con distintas formas artísticas y veinte años después volver a estar aquí en el MUSA, con un compendio que tiene que ver con esas formas que impactaron mi percepción con respecto a la práctica artística, es muy significativo para mí. Uno jamás considera que donde inicia va a estar volviendo con una propuesta. Es una realidad. Posiblemente muchos lo pongan como meta, pero yo lo único que siempre he buscado es difundir y llevar mi trabajo a donde sea posible. Y esto es muy grandioso”.
Irónico que la muestra se titule “Sin más que decir”, cuando tu propuesta lo que hace es empujar al debate y a discutir…
Absolutamente. Hay que pensar en nuevos diálogos, a partir de los mismos elementos, me refiero a la práctica artística, y saber qué nos preocupa hoy como sujetos. El titulo “Sin más que decir” sostiene una posición política. Una posición política en lo que nos atañe a todos, en un clima en el que es súper complicado y no sabemos lo que va a pasar. Eso es algo que posiblemente no esté representado de manera directa o literal en la exposición, pero tan solo en ese esquema, “Sin más que decir” permite que se tome una referencia y se construya el diálogo.