Monitorean fauna para su protección

    815

    Contabilizar las especies que transitan o habitan el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y áreas aledañas, para conformar estrategias de conservación y cuidado de las mismas, es uno de los principales objetivos del Laboratorio de Monitoreo de Fauna, que encabeza Agustín Camacho Rodríguez.

    Estudiantes del centro universitario que prestan servicios en el laboratorio, encabezados por el investigador, están enfocados en atrapar a ejemplares de las distintas especies de vertebrados, pesarlos, ponerlos en cuarentena para detectar algún problema de salud, y si es el caso tratarlos con medicamento para posteriormente ser liberados.

    Actualmente se han inscrito seis nuevos prestadores de servicio social para participar en el programa. Son también reclutados alumnos en un curso de inducción para que se sumen de manera voluntaria.

    Los estudiantes son capacitados para saber atrapar a los ejemplares de las diferentes especies, pues los protocolos no son dados a conocer al público en general para protección de la fauna.

    En el campus y zonas vecinas, que incluyen las presas de El Cajón y La Rusia, habitan o  transitan cuatro especies de anfibios; cuatro de reptiles; cinco de mamíferos, nueve de peces; y 44 de aves, por un total de noventa especies de vertebrados.

    Entre los animales detectados se encuentran tortugas, conejos y mapaches. Hay evidencia de que hay zorros, ya que se han encontrado heces, asimismo se han atrapado tlacuaches, los cuales tienen hábitos nocturnos y suelen quedar atrapados en los pasillos, y tortugas casquito, de la especie Kinosternon integrus, que está en peligro de extinción.

    Este tipo de quelonio es común en zonas inundadas, en pantanos y humedales y está incluido en la Norma Oficial Mexicana de Conservación, por lo que está penado traficar con él.

    Lamentó que mucha gente de colonias vecinas a CUTonalá comercialice la tortuga. “Es muy común que los niños las atrapen en la temporada de lluvias, y posteriormente las vendan en los tianguis a quince pesos por ejemplar. De ahí la importancia de monitorearla, concientizar a la comunidad estudiantil y población en general de que deben de contribuir a su preservación.

    “Hace cuatro meses nos reportaron un zorrillo que había quedado atrapado en un área de  intendencia, había orinado todo el cuarto y éste despedía mal olor. En esa ocasión, sólo nos enfocamos en atraparlo, registrarlo y soltarlo de manera inmediata”.

    Fue también detectado en las inmediaciones del campus un mapache, el cual por desgracia había muerto atropellado por un vehículo.

    El monitoreo de especies inició en 2016 y a partir de este 2019 el plan es implementar, también, algunas estrategias de conservación, que incluirán talleres para los estudiantes con el fin de sensibilizarlos y que conozcan las especies que hay en el campus, así como su valor y función en la ecología. Se invitaría también a los vecinos del CUTonalá.

    Otro proyecto incluye la fabricación de abono, obtenido por la acción de las lombrices con productos orgánicos de la cafetería, y el cual serviría para alimentar las plantas.

    Como antecedente al monitoreo de especies, se encuentra el  programa integral de sustentabilidad ambiental, que tiene seis líneas de acción: 1. Manejo de residuos sólidos; 2. Uso eficiente del agua; 3. Uso eficiente de la energía; 4. Conservación de la biodiversidad; 5. Calidad del aire y 6. Movilidad y transporte sostenible.

    La intención es que CUTonalá no sólo forme abogados, ingenieros, nanotecnólogos, historiadores de arte o contadores, sino que asuma la responsabilidad total de formar seres humanos, además de las disciplinas que enseñan, para que entiendan la problemática ambiental.

    Otras acciones que se han realizado en pro del cuidado medioambiental son la separación y manejo integral de residuos, espacios con sensores de movimiento para ahorro de energía, sistema de alumbrado con paneles solares y gestión del agua.

    Artículo anteriorConvocatoria a la elección del Rector General de la Universidad de Guadalajara
    Artículo siguienteInforme de actividades 2018