Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez

Fue reconocida la trayectoria de la escritora y periodista cultural mexicana Adriana Malvido

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La escritora y periodista cultural mexicana Adriana Malvido recibió el día de ayer domingo el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Tras recibir el premio, de manos del Rector General de la UdeG, doctor Ricardo Villanueva Lomelí, Malvido, quien cumplirá 40 años de trayectoria profesional, recordó que conoció al periodista Fernando Benítez –a quien definió como el Marco Polo del periodismo mexicano– en el diario Unomasuno, quien se convirtió en su maestro en ese diario, y después en La Jornada.

Malvido enumeró a sus maestros en el periodismo cultural, quienes le enseñaron a “ver y sentir con la imaginación”, como Carlos Monsiváis, Elena Poniatowska, Raquel Tibol, José Emilio Pacheco, Cristina Pacheco y Vicente Leñero; todos, ejemplos de curiosidad, ética y compromiso con el oficio de escribir.

Confesó que le costó trabajo pasar de las máquinas de escribir y el papel a la computadora, el teléfono celular y las aplicaciones que han revolucionado el ejercicio periodístico, pero aseguró que hay valores que permanecen en el oficio como la independencia, la libertad y la soberanía intelectual, además de la idea de que el otro es lo más importante del mundo y la convicción de que la credibilidad se construye todos los días.

Malvido dijo que si hay algo que pudiera pedir es que cesen “los asesinatos a periodistas en México, que se reconozca su derecho a trabajar en condiciones dignas, que ser freelance deje de ser sinónimo de semi-exclavitud, que los viajes por el mundo dejen de ser un lujo para que sean un bien necesario que nos saque del ensimismamiento”.

El periodista Braulio Peralta definió a Malvido como una reportera a la que no “le ganan las emociones”, y tiene para escribir “su entusiasmo siempre certero” y “un equilibrio encomiable”,  que le ayuda a “crear lazos y unir caminos”.

“Escogimos el camino más realista, donde la ficción no tiene entrada pero sí el aderezo que enriquece a toda crónica. El periodismo nos convierte en escritores, sí, pero no de ficción, sino que somos los creadores de aquello que se acerca lo más posible a la palabra verdad. Le añadimos a nuestra escritura un estilo, una forma de ser, y tú has sabido sembrar libros que van más allá de una novela de temporada”, resaltó Peralta, amigo personal de Malvido.

La escritora Mónica Lavín declaró que Malvido siempre ha tenido presente que el oficio periodístico obliga al repliegue, a que sea el otro o lo otro lo que brille como objeto de comunicación.

“Una vez que afinó su olfato en temas culturales mediante la escucha, el asombro, la curiosidad y la indagación, asentar y comunicar fue su elección con la discreción a la que el ejercicio obliga. Ha recorrido los últimos años del siglo XX, y prácticamente los primeros veinte de este milenio, peinando los temas que menos brillo tienen en las páginas del periódico y que son los de la cultura, a pesar de ser los que más abonan a la construcción de un tamiz de identidad y cambios”, recalcó Lavín.

FOTO: ABRAHAM ARÉCHIGA

El Presidente de la FIL licenciado Raúl Padilla López, indicó que que las condiciones para realizar el periodismo cultural han cambiado desde que la FIL comenzó a dar este premio en 1992, pero la constante que permanece en los galardonados es la tenacidad y la convicción de quienes creen que en nuestra realidad nacional hay historias que deben ser descubiertas, investigadas y contadas.

Su trayectoria

Adriana Malvido cursó la carrera de Comunicación en la Universidad Iberoamericana y desde 1979 practica el periodismo cultural, que inició en el diario Unomásuno y en 1984 formó parte del grupo fundador del periódico La Jornada, en el que permaneció durante quince años.

Ha colaborado en diversos medios como el semanario Proceso, la revista Equis, Milenio Diario y los suplementos “Laberinto” y “El dominical”, del mismo periódico; así como en la revista fotográfica Cuartoscuro y en la Revista Universidad, de la UNAM. Actualmente publica su columna semanal “Cambio y fuera” en el diario El Universal y colabora en el suplemento “Confabulario” del mismo periódico.

Ha realizado programas especiales para TV UNAM y series para Radio UNAM, como México en el aire, que se transmitió a lo largo de cinco semanas en 2015 y 2016. Es autora de una decena de libros de diversos temas culturales y su trabajo le ha valido reconocimientos como el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Entrevista (2011) y el Premio Pen México a la Excelencia Periodística (2018).

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