“El Diana”, como muchos le conocen, se convirtió en un icono, en un referente de la zona oriente de la ciudad. Su fama como cine, en la década de los 80 y 90, se mantuvo luego de su remodelación y transformación en un teatro a manos de la Universidad de Guadalajara. De ello son testigos los murales “El sol” y “La luna”, del artista michoacano José Manuel Servín que prevalecen desde la inauguración del edificio original.
Desde su apertura en 2005 con el espectáculo “Lord of Dance”, que agotó 15 funciones continuas, abrió una etapa en la oferta cultural de la ciudad, al traer espectáculos que no habían sido vistos en Guadalajara.
La coordinadora del recinto, Karla Zapata, recuerda que en ese momento no existían espacios para presentar ópera, proyecciones de cine, ballet, y conciertos en un mismo lugar.
“El teatro vino a abrirle la puerta a muchos espacios en la ciudad ahora, a un mercado necesitado de espectáculos locales e internacionales. Este espacio ha tenido la fortuna de, además de ser parteaguas, no dejar de tener actividad, con una programación muy vasta en todos estos años de trabajo. Es algo que no se veía acá”, señala.
El estándar de calidad en el Diana ha sido continuo. Desde los recitales de una decena de temporadas de The Metropolitan Opera o los Niños Cantores de Viena, puestas en escena como Slava´s Snow Show, Mamma mia, Cats, Stomp, hasta el Royal Ballet, el Ballet Nacional de Belgrado o el Ballet Trokadero de Montecarlo, por mencionar solo algunos.
Los tres coordinadores que ha tenido el teatro -María Luisa Meléndrez, Santiago Valencia y ahora Zapata- se han preocupado porque este lugar sea escenario para el talento local tenga un lugar donde mostrarse.
“También lo relevante del espacio es el apoyo para la comunidad local, tanto para la danza, para el ballet como para el teatro y la música, no dejamos de contribuir localmente”.
El Estudio Diana, anexo al teatro, fue la apuesta para apoyar a los talentos locales y para generar nuevos públicos no solo en la población adulta sino en los más pequeños con obras de teatro y conciertos adaptados para su edad.
“Es un espacio muy particular que ya tiene su segmento de público muy específico, que además participa en el proyecto de “Escenia” de Cultura UDG, que le da espacio a compañías de teatro, pero también a esos grupos de rock locales o cantantes que no tienen un lugar para presentarse con estas características”, explica Zapata, coordinadora del recinto desde julio de 2019.
Por el escenario del teatro Diana han desfilados figuras como la cubana Omara Portuondo, los españoles Alberto Cortés y Diego “El Cigala”, la nacionalizada mexicana Chavela Vargas, el italiano Luciano Pavarotti, los estadounidenses Alan Parson, Hugh Laurie y el salsero Willie Colón, los argentinos Gustavo Cerati y Andrés Calamaro, la mexicana Lila Downs o el británico Morrisey, además de un sin fin de artistas de distintos géneros musicales.
También es sede algunas actividades alternas del Festival Internacional de Cine en Guadalajara y de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Para Zapata destacar un espectáculo sobre otros es “injusto” pues cada uno tiene su calor, su calidad y su público. Ella misma ha asistido como público a un puñado de puestas en escena y conciertos tanto para niños como adultos, confiesa.
Preparan el festejo de 15 años
La celebración de 15 años tendría que que incluir a quienes han hecho posible que el Teatro Diana se haya convertido en lo que ahora es. El público será el protagonista principal de esta fiesta que incluirá conciertos y presentaciones gratuitas durante la última parte del año.
“Nosotros queremos festejar con el público que ha venido en estos 15 años, más que hacer un único evento quiero hacer muchos gratuitos, donde premiemos a los que vienen muy seguido, que nos compartan anécdotas de su asistencia, que nos platiquen historias, también vamos a hacer funciones especiales para ellos”, adelanta Zapata.
Parte de la nueva etapa que se abre con este aniversario es darle un rostro renovado al teatro. La coordinadora adelanta que están renovando los camerinos y todas las instalaciones además de que habrá nuevo equipo que permitirá al público gozar más su experiencia.
Un teatro para todos
El futuro para el Diana se vislumbra prometedor. Zapata pretende mejorar la oferta del lugar y darle una mayor diversidad con la intención de atraer a un mayor espectro de público. Sabe que la clave para lograrlo es la cercanía que pueda lograr con todos los que intervienen en esta industria del entretenimiento.
“Lo que veo en el futuro del teatro es crecimiento, aprendizaje, inversión, cercanía con los promotores, con los artistas y espectáculos y que nos convirtamos en facilitadores para que las cosas sucedan aquí en este espacio. Quiero traer ballet, música, conciertos y para allá vamos, estamos trabajando, tengo seis meses en el espacio y me tocó recibir con una programación ya armada, apenas me tocó buscar la programación para el segundo semestre del año y quiero lograr cosas interesantes o al menos formar alianzas para que traigan esos eventos”, adelanta.
