Ámame por días, por litros o por kilos.
Ámame con la tersura que despide la primavera al invierno:
suave, enviando palomas, pintando de verde la punta de los árboles.
No me ames sin medida,
que sea lo suficiente para quedar saturado de ti sin desperdicio alguno:
un vaso lleno sin derrame.
En mi cuerpo habita la muerte y no quiero
compartir con ella nada de ti.
Ella se bebe la vida pero nunca podrá
arrancar de mi piel el calor de tu voz o la tibieza de tus manos.
Ámame con tus ojos porque mis horas están contadas;
uno o cien días qué importa si voy ahogado en ti
y no de esa maldita que a diario me palpa las tripas con sus moradas manos.
Ámame por días
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Hermoso!!!
¡Excelente! Gran talento profesor
Sublime.!
Me gustó mucho, felicitaciones Maestro.