Ximena Urrutia asume el reto al frente del FICG LA 

En un momento complicado para la industria del cine, debido a la pandemia por COVID-19, la cineasta tiene claros cuáles son los desafíos próximos: que las personas vuelvan a los cines, vean cine latinoamericano y que las historias que desde ahí se cuentan tengan un nuevo significado

1951

Tomar las riendas del Festival Internacional de Cine de Guadalajara en Los Ángeles (FICG LA) es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado Ximena Urrutia. Y lo es más porque lo hace en un momento histórico en que la realidad superó a cualquier película de ficción que nadie hubiera podido imaginarse.

La pandemia por COVID-19 ha dejado de lado a industrias tan grandes como la cinematográfica. Los cines cerraron, muchas producciones cinematográficas pararon y las empresas y el público se plantean cómo será volver al séptimo arte en una nueva normalidad en la que nada volverá a ser igual.

Urrutia, la nueva directora del FICG LA sabe que es uno de los principales desafíos que enfrentará a corto plazo: que las personas vuelvan a los cines, vean cine latinoamericano y que las historias que desde ahí se cuentan tengan un nuevo significado.

“El primer reto al que nos enfrentamos es esta necesidad de volver a las salas de cine y volver a ver las películas en la pantalla grande. No es un reto fácil porque las circunstancias no son fáciles y no lo están permitiendo, sin embargo creo que una cosa prioritaria en un festival de cine es la difusión de las historias que se están contando en América Latina y México”, dijo en entrevista.

La cineasta y productora sabe que ver cine va más allá de estar en en una sala con palomitas en mano. Es el reflejo de los problemas y vicisitudes de una sociedad determinada en un momento determinado y una película puede volverse un referente para cualquier espectador. 

“Al final el cine no es sólo sentarte a ver una historia, sino que quizás representará el día de mañana para las nuevas generaciones, la forma de vida que tenían las antiguas generaciones o contará una historia que podría ser el parteaguas de otras historias, en ese sentido el cine es fundamental”, enfatizó.

La edición 2019 de FICG LA recibió a dos mil 174 asistentes y un programa que incluyó la exhibición de 20 películas  en sedes como el Egyptian Theatre, TCL Chinese Theatres, el Hotel Roosevelt y el Consulado General de México en Los Ángeles.

La próxima edición del festival “tendrá muchas modificaciones” debido a la pandemia, aunque Urrutia no se atreve a adelantar algo, pues está consciente que “las cosas están cambiando día a con día”.

“Vamos a buscar hacer este festival presencial con todas las precauciones que debemos de tomar y haciendo cosas distintas para que la gente que pueda acercarse a las salas vea las películas, este es un año en el que muchas de esas historias van a tener una relevancia importantísima a lo largo de los siguientes años porque reflejan la visión de los cineastas”, señaló.

Urrutia declaró que se siente muy cercana a este festival que ha acompañado desde hace sus inicios y que considera “fundamental”.

“Rompió con muchos esquemas porque estamos poniendo una ventana del cine que se hace aquí en donde no sólo es la meca del cine, sino la ciudad donde más latinos viven fuera de América Latina, esa cercanía era muy importante y necesaria”, concluyó.

¿Quién es Ximena Urrutia?

Se ha desempeñado como productora y directora de varios proyectos cinematográficos. En 2008, ganó el Premio IMCINE del Taller de Producción Morelia Lab por su cortometraje Condones Encanto, en el marco del sexto Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Produjo el cortometraje Laszlo (Ehécatl Garage, 2009), que obtuvo el premio a la Mejor Producción en el 14º Festival Iberoamericano de Cortometrajes Universitarios de Caracas VIART, Venezuela.

Su cortometraje de ficción Ella (2014) formó parte de la Selección Oficial de la doceava edición del FICM y participó en el noveno Festival de Cine Latinoamericano de Sídney (SLAFF), Australia, y en el doceavo Festival Mundial de Cine de Bangkok, Tailandia.

Con éste obtuvo una nominación al Ariel por mejor cortometraje de ficción y el documental El Buen Cristiano que produjo en Guatemala fue ganador del premio Feisal en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2016.

Artículo anteriorEl romance predomina en las leyendas de Lagos de Moreno
Artículo siguienteBiblioteca Iberoamericana, los 29 años de un pilar de la cultural en Jalisco