Selene Lugo Morales es una joven de 28 años oriunda de Huatabampo, Sonora. Durante su autoexploración mamaria se dio cuenta que tenía una bolita en el pecho y se hizo un ultrasonido. Los resultados: ella era un caso sospechoso de cáncer de mama. Entonces consultó de manera privada a un ginecólogo oncólogo, quien le solicitó realizarse más estudios y así fue como salió diagnosticada.
“En mi familia yo soy la quinta persona que ha sufrido cáncer de mama, ya que justo en estos días me enteré de que otra persona de la familia, que es más joven yo, tiene 26 años, le acaban de diagnosticar esta patología. Tuve además dos tías con cáncer de mama. De hecho una murió, además de una prima que falleció también por la enfermedad”.
Ella indica que siempre ha tenido una vida sana. “Soy una persona delgada y he tenido actividad física regular, siempre he cuidado mi salud”.
Recibió su tratamiento en la Clínica 180 del IMSS, en la Zona Metropolitana de Guadalajara, con resultados satisfactorios porque logró superar la enfermedad. “Ya soy paciente en remisión. Ya no tengo ninguna preocupación. Sin embargo, por el historial, quiero hacerme la mastectomía del otro pecho y la reconstrucción”.
En México hay quince defunciones por día de mujeres a partir de 20 años por cáncer de mama, si bien la mayoría de los diagnósticos está en la población de que oscila entre los 50 y más en México.
Aunque se considera como un factor asociado de mayor riesgo para desarrollo del cáncer de mama tener más de cuarenta años, en un contexto como el mexicano hay mujeres que tienen posibilidad de presentar la enfermedad durante su segunda década de vida, como en el caso de Selene.
En el caso de mujeres de veinte años, de cada diez mujeres mexicanas de esa edad, tres podrían desarrollar cáncer de mama en nuestro país.
De acuerdo con información del Sector Salud, divulgada el 10 de mayo de 2020, en Jalisco a partir de 2002 el cáncer de mama se encuentra en el primer lugar como causa de muerte entre los cánceres de la mujer, falleciendo por dicha causa 544 mujeres en el 2019. Esto es, 72 muertes más que en 2012. Lo que significa la muerte de 10 mujeres a la semana por cáncer de mama.
En cuanto a casos nuevos, en 2018 en Jalisco se registraron mil 236; en 2019, 742 y en 2020, 145. Respecto al cáncer de mama en el hombre, los casos representan menos del uno por ciento del total.
“Esta enfermedad no respeta edades”, expresa Victoria Lozano Torres, quien enfermó de cáncer de mama a los 37.
Después de doce años ya logró recuperarse y resalta la importancia de la autoexploración. “Yo acostumbraba hacerme la autoexploración, pero hubo un periodo, por atender a mi bebé y otras preocupaciones, la hice a un lado, y en una ocasión que volví a hacerla, detecté una bolita, y en menos de tres meses creció mucho, y entonces fui al doctor. Esa era la más notable, ya que había cinco más que no crecieron. No había dolor, solo fue el incremento de tamaño”.
Le hicieron estudios, entre ellos mastografía, y en un primer momento no hubo resultados, «pero me inquietaba que estaba creciendo más, hasta que llegó un momento que mi seno ardía».
Decidí hacerme una cirugía reconstructiva y vaciar mi seno, me quitaron las mamas y me pusieron prótesis, además de mandar analizar el tejido, que dio resultado positivo a malignidad, y entonces fui al Instituto Jalisciense de Cancerología donde fui atendida. Me indicaron quimioterapia y radioterapias».
Una enfermedad multifactorial
Los factores asociados como causas del cáncer de mama son: la alimentación inadecuada, intoxicaciones por tabaquismo, drogadicción, alcoholismo y uso prolongado de anticonceptivos, además de la falta de ejercicio, afirmó Enrique Rosas Jiménez, especialista en ginecología y obstetricia, académico del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) y presidente de la Academia de Ginecología, Obstetricia y Medicina Sexual.
Otra causa relacionada con el cáncer de seno es el factor genético. Del cien por ciento de las pacientes que tienen cáncer de mama, el 10 por ciento tiene este origen.
De acuerdo con la Unión Latinoamericana contra el Cáncer de Mama, a la que pertenece la Asociación Mexicana de Lucha contra el Cáncer A.C (AMLCC), el riesgo se duplica si la mujer tiene un familiar de primer grado, ya sea madre, hermana o hija, que haya sido diagnosticada con cáncer de mama, especialmente si el cáncer apareció a una edad temprana.
Asimismo, si la mujer tiene dos o más familiares de segundo grado afectados por cáncer de mama, ya sea primas, hermanas, tías y abuelas, por ejemplo, su riesgo se triplica.
El académico explicó que la persona que quiere tomar anticonceptivos debe tener la valoración de un médico, de acuerdo a la norma oficial mexicana de planificación familiar, que tome en cuenta antecedentes patológicos y su estilo de vida.
Explicó que en los años setenta, las mujeres mexicanas tenían más actividad física, mejor alimentación, no había tanta contaminación ambiental, y si la gente veía una persona con obesidad, lo identificaba con un anglosajón. Actualmente el 75 por ciento de la población mexicana es obesa.
La alimentación puede ser un inductor de cáncer, aseguró el académico y si antes había más cáncer cervicouterino en México, a partir del año 2000 se modificó a cáncer de mama, además de aumentar el cáncer gástrico y de colón. El especialista asoció este fenómeno al entorno y a lo que come la gente, ya que muchas veces consume chatarra y alimentos manipulados, que en algunos casos podrían afectar.
Explicó que antes una gallina era engordada para producción de carne en noventa días y actualmente puede hacerse en 28; hay productores que usan anabólicos para que los animales produzcan más proteína y crezcan más rápido, y en cuanto a los productos agrícolas, antes de su cosecha, suelen ser tratados con pesticida y fumigantes.
Factores como la falta de ejercicio, una alimentación inadecuada y el consumo de carne de ganado manipulado son asociados con el cáncer de mama, ante la posibilidad de que muten los genes BRCA1 o BRCA2, explicó el académico.
Apuntó que en el caso de las personas que padecen obesidad, sedentarismo y falta de ejercicio, pueden experimentar un incremento de insulina, que a su vez genera problemas hormonales, alterando el ciclo menstrual de la mujer y después sobrevenir un problema tiroideo y alteraciones del cortisol, y todo esto puede contribuir a la alteración de los genes BRCA mencionados.
De acuerdo con el National Human Genome Research Institute, los dos genes actúan como supresores de tumores al regular la división celular. Cuando por una mutación ambos se inactivan, hay un crecimiento celular incontrolado, lo que puede ocasionar cáncer de mama.
Otros factores que se asocian con el cáncer de mama son la menarquía (o primera menstruación) desde los ocho a los diez años, la vida urbana, el embarazo adolescente y el tardío, como puede ser el de mujeres que deciden embarazarse a los cuarenta años.
El Instituto Mexicano del Seguro Social considera entre otros factores de riesgo usar anticonceptivos hormonales por más de cinco años, tener el primer hijo después de los 30, no haber tenido hijos, tener la última menstruación después de los 52 años y tomar hormonas para la menopausia.
Un diagnóstico oportuno hace la diferencia
Carlos Alberto Ronquillo Carreón, coordinador de la especialidad en Oncología Médica, en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), mencionó que una de cada cinco mujeres en el mundo va a tener a lo largo de su vida cáncer mamario, y el diagnóstico oportuno puede hacer la diferencia.
Definió al cáncer mamario como un grupo de enfermedades de la glándula mamaria. Los análisis moleculares permiten distinguir de cinco a siete tipos diferentes afecciones malignas de proliferación celular de la glándula mamaria, aunque clínicamente son similares. Sin embargo, algunas son más agresivas que otras, e incluso pueden responder de manera distinta a los tratamientos. Los análisis genéticos permiten descifrar el comportamiento y manejo diferente.
Hay tumores más agresivos que pueden afectar a las mujeres jóvenes menores de 35 años que se encuentran en etapa reproductiva o laboral, mencionó el galeno. Los casos jóvenes se encuentran, en términos generales, entre los 25 y 35 años, y la gran mayoría de casos en general, en mayores de 35 años, añadió.
Las etapas cero y la 1 del cáncer de mama, pueden diagnosticarse después de algunos años, ya que la mujer puede no presentar ninguna manifestación clínica.
“Si en uno o dos años en que está la enfermedad oculta puede ser diagnosticada en ese momento, basta una cirugía sencilla para remover la lesión, y la paciente queda curada, sin necesidad de quimioterapia y radioterapia”.
“La etapa cero es una enfermedad que no es visible, ni palpable, pero dentro del tejido mamario ya está presente, en una mastografía puede detectarse como pequeños puntos de calcificación muy finos, como si fueran granitos de arena”.
La etapa uno se caracteriza por pequeñas lesiones inferiores a dos centímetros, que pueden ser palpadas por un profesional de la salud o por una mujer que tenga destreza en la autoexploración.
Tumores más grandes de dos centímetros se presentan en la etapa 2. Puede haber ganglios en la axila y cambios en el seno.
La tres es una enfermedad avanzada, fácilmente distinguible la lesión en el seno, con ganglios en la axila y en la cuatro hay metástasis. Es decir el cáncer se disemina a una parte del cuerpo distinta de donde comenzó.
Las primeras tres etapas pueden ser curables si son atendidas oportunamente, y en la etapa cuatro, hay mucho que ofrecer a la mujer con tratamientos actuales. Hace veinte años las mujeres en estos casos tenían una expectativa de vida de dos o tres años, y actualmente hay mujeres que pueden superar los cinco o siete años.
Desde que los senos de las adolescentes empieza a crecer, es el momento en que deben autoexplorarse para conocerlos y adquieran un adiestramiento, y cuando tengan una vida sexual activa ya deben saber explorarse y hacerlo por lo menos una vez al mes.
“Hay mujeres que con la ‘cancerofobia’ quieren revisarse todos los días, y no es lo ideal porque eso las va a hacer menos perceptivas a los cambios que pudiera experimentar. Deben conocer sus senos para saber cómo son. El mejor momento podría ser cuando toman una ducha, para revisar que no presenten ningún nódulo, bolita, alteración, hundimiento del pezón, cambios en la consistencia”.
Algunas pueden tener hipersensibilidad del seno previa a la menstruación y presentar dolor, y podrían esto generar confusión, por lo que se recomienda que no sea en esos días. No es necesario en la misma fecha todos los meses, pero puede ser esta medida un recordatorio para las mujeres después de su ciclo menstrual.
Si la mujer detecta alguna anormalidad debe acudir inmediatamente a su médico. Además deben ir a revisión con un profesional de manera ideal una vez al año. El médico hará una palpación simple del seno, con movimientos circulares para abordar todo el tejido mamario y a partir de los 40 o 45 años es recomendable la mastografía.
En México, la Norma Oficial Mexicana 041-SSA2-201 recomienda que las mujeres entre 40 y 69 años se realicen la mastografía cada dos años, pero es aconsejable pedir opinión al médico.
El caso del HCG
“Si una paciente tuvo una hermana o mamá o familiar directa que tuvo cáncer de mama a los 44 años, tiene que iniciar los estudios de mastografías a los 34 años, es decir diez años antes de que el familiar presentó la enfermedad” añadió Juan Carlos Vázquez Limón, jefe del Servicio de Oncología de la unidad Fray Antonio Alcalde, del Hospital Civil de Guadalajara (HCG).
En el caso de que una mujer tenga cáncer de mama y la mutación BRCA, hay que hacer pruebas a las hermanas y a las hijas, y si algunas de ellas la presentan, tienen que empezar su detección a partir de los 25 años de edad, con el estudio resonancia magnética de la mama, ya que el tejido es más apretado y duro.
Los pacientes riesgo genético con mutación BRCA y que tengan varios familiares con cáncer de mama —como dos hermanas; una hermana y la mamá o un familiar hombre—, además de tener alta posibilidad de tener cáncer de mama a lo largo de la vida, deben pensar en la posibilidad de una mastectomía preventiva, que consiste en vaciar la mama, es decir sacan todo el tejido graso glandular y les colocan un implante.
Para las mujeres de menos de 40 años de edad, la sugerencia es que si notan alguna anormalidad o tienen la inquietud sean valoradas por el médico, y sea éste quien decida si amerita o no hacerse algún estudio o vigilar técnicamente.
Informó que en la unidad Fray Antonio Alcalde del Hospital Civil de Guadalajara (HCG), hubo alrededor de 181 diagnósticos nuevos de cáncer de mama en 2019, y 61 en la unidad Juan I Menchaca. En este año, el segundo nosocomio por reconversión a Hospital Covid-19 derivó sus casos al primero, el cual hasta el mes de septiembre tiene registrados 150 casos.
“En este hospital de concentración, la paciente más joven que recuerdo con cáncer de mama tenía 17 años en 2018, pero son casos muy aislados. Hemos tenido pacientes de 23 años y 29, y son la minoría”.
Lamentó que aproximadamente el 10 por ciento de las pacientes llegan al HCG en etapa uno; 20 por ciento en etapa 2 y 60 por ciento en etapa 3 y otro 10 por ciento en etapa 4.
“Si la mujer tiene un tumor de un centímetro o medio, la paciente va a cirugía, y sólo se le quita el tumor, pero no la mama, no es necesario quitarle todos los ganglios. Sólo se toma una muestra de los mismos y si no están afectados, no se quitan los demás. Su expectativa de vida en un lapso de cinco años es que más del 90 por ciento estén vivas y sin enfermedad. En la etapa 2, el porcentaje se ubica entre un 50 a 70 por ciento; en la 3 etapa, la probabilidad baja a un 40 por ciento y en la 4, un 15 por ciento.
Tanto la mastografía, como la resonancia magnética y los tratamientos contra el cáncer se pueden llevar a cabo en el HCG. La detección y la biopsia pueden valorarse en el mismo nosocomio, y el mismo ofrece tratamiento quirúrgico, de quimioterapia si así lo requieren, terapia hormonal y terapia blanco, un tipo de tratamiento contra el cáncer que utiliza medicamentos diseñados para «tener como blanco» a las células cancerosas.
Durante todo el año se hace detección de cáncer de mama en el HCG, pero en el mes de octubre ésta se intensifica, de lunes a viernes, desde las 9:00 hasta las 14:00 horas, previa cita telefónica al número 39424400 extensión 48041 para evitar concentración de personas ante la pandemia por Covid-19.
“No es sólo octubre, las mujeres son mujeres todo el año, entonces, si alguna paciente tiene alguna inquietud, puede acudir a los Servicios de Clínica de Mama o de Ginecología”.