Abre nuevas posibilidades e interrogantes relación México EE.UU. después de las elecciones

Pese a un inicio incierto, existe una profunda interdependencia entre los dos países en términos de negocios, turismo, migración y seguridad, por lo que, según experto de la UdeG, difícilmente habrá un cambio radical

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Foto: AFP

Aunque la relación de México con el inminente nuevo gobierno estadounidense del demócrata Joe Biden inició con el pie izquierdo por la resistencia de López Obrador a reconocer su triunfo, todo indica que mejorará porque ambos países se necesitan.

Sin embargo, este capítulo puede ser un preámbulo de posibles encontronazos innecesarios por motivos ideológicos, si el mandatario mexicano no deja trabajar a sus funcionarios diplomáticos o los entorpece con declaraciones polémicas.

Lo anterior lo reflexionó Miguel Ángel Sigala Gómez, investigador del Centro de Estudios del Pacífico de la Universidad de Guadalajara.

Hay que dimensionar la relación entre ambos países. La relación podrá iniciar con el pie izquierdo por la reticencia de AMLO para reconocer el triunfo de Biden, es precedente negativo pero hay que matizarlo. Se trata de una relación con profunda interdependencia en términos de negocios, turismo, migración y seguridad. Difícilmente habrá un cambio radical en estos flujos normales de relación”, explicó Sigala López.

Recordó que la frontera entre México y Estados Unidos es la más transitada en paso de personas, mercancía y desgraciadamente también en ilícitos. En regular y combatir todo ello se enfocan ambos países en un trabajo cotidiano que difícilmente va a cambiar, pues ambos países cuentan con el interés de que fluyan por buen camino estas relaciones complejas e interdependientes

“La victoria de Biden le quitará el elemento antimexicano, xenófobo y racista que Trump imprimió a la relación, llevándolo a diversos terrenos como el migratorio, haciendo generalizaciones sobre su perfil como personas que supuestamente eran narcos, criminales o violadores. Ese elemento se esfuma y es excelente noticia.

«A México ya no se le tratará como el país que toma ventaja de Estados Unidos y genera pérdidas al vecino”.

Biden y los demócratas, apunta el académico de la Universidad de Guadalajara, entablan una relación más superficial en el discurso, cuidan más las formas y con mayor respeto y civilidad.

“Tampoco veremos los manotazos y los exabruptos que Donald Trump tenía hacia México y afectaban aspectos importantes de la relación, como la exigencia de renegociar el T-MEC en sus términos. Se trata de un tratado más proteccionista que se hizo a través de una exigencia o restricción hacia sus dos vecinos, Canadá y México”.

Otro elemento importante que podría afectar en la relación bilateral, añadió, es la visión del mundo y de la política exterior que tienen ambos países. En ese sentido, la no felicitación de AMLO a Biden es ilustrativa. Los demócratas tienden a apoyar la globalización, la democracia, los derechos humanos, las relaciones internacionales y la cooperación con aliados como la OTAN.

Esta visión no necesariamente es compatible con la mexicana que es más conservadora, anticolonial y antiglobalización, además que México es más proteccionista en sectores clave como el energético, más nacionalista y soberanista en temas como derechos humanos y democracia.

“Estos son temas políticos que pueden afectar, los demócratas empujarán por la democracia en su política exterior y generar efectos dominó virtuosos para evitar la emergencia, y esta es una especulación que creo no es disparatada, que los demócratas tratarán, con otras elites internacionales afines, que se evite el surgimiento de otros personajes como Trump”, agrega el catedrático de la UdeG.

Y Sígala Gómez añade: “Pienso que sí puede tener problemas y uno de estos, que ya esta generando, es que la no intervención del presidente López Obrador no significa imparcialidad. En Estados Unidos, varios congresistas y medios de comunicación ya ven la postura de México como una manifestación de apoyo hacia Donald Trump».

La no intervención es controvertida o ambigua, en este contexto no significa neutralidad.

«Ya está definido el ganador de acuerdo a las tradiciones estadounidenses, así que no hay nada que esperar. Las autoridades electorales son de los estados, ya se pronunciaron y ya se acabó”.

Esto avizora varios problemas, que aunque no serán tan graves, sí podría ocurrir que las posturas ideológicas trajeran encontronazos innecesarios.

Sobre el perfil del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y la embajadora Martha Barcena, son de corte más cercano al político tradicional de Estados Unidos. Con formación tecnocrática, más internacionalistas y tienen como gran tarea reconstruir la relación con los demócratas.

Tienen mucho que hacer Ebrard y Bárcena y tienen el perfil para hacerlo bien. Pero el trabajo se les puede complicar si el presidente López Obrador toma protagonismo en algún tema. La embajadora trató de explicar la postura de México, encontrarle la cuadratura al círculo y lo único que consiguieron fue confundir más. Incluso la frase Perspective President fue traducida por los medios como presunto presidente y fue contraproducente. Esta maroma fue por darle sentido a algo que no lo tenía. Lo mejor es bajar el tono e irse al trabajo cotidiano. Que el presidente los deje trabajar”, concluyó Sigala Gómez.

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