Hace más de cien años que Charles Baudelaire escribió un breve pero exquisito libro de poemas en prosa que es conocido como El spleen de París (1869), que se publicaría de manera póstuma y tendría una contundente influencia en los poetas de las generaciones venideras y ha llegado hasta nuestros días casi impecable. Aún en la actualidad el poema 33 (“Embriagaos”) tiene una relevancia fundamental, sus últimas líneas son “Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o de virtud; de lo que queráis”, y esa frase es como un pivote que aun sin saberlo es lo que impulsa a cada uno de los poetas que en este especial del Día Mundial de la Poesía (que se celebra desde hace 22 años, cuando la UNESCO, durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, la declaró como un bien común de la humanidad “con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar la visibilización de aquellas lenguas que se encuentran en peligro”).
Nosotros creemos que la vida y la poesía nace de esa embriaguez que es la pasión, y lo definimos como Al calor de la poesía como manera muy a la mexicana decimos “Al calor de una copa”, ya sean de tequila o de mezcal o de purititas ganas de cantarle a la existencia.
Celebratorios disponemos la voz, el cuerpo y los poemas para declarar que la vida sigue, y debe seguir, pese a cualquier circunstancia que el destino nos ponga delante de nosotros. ¡Salud!